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Si se hace un bypass gástrico, olvídese de comer y tomar pisco sour más de la cuenta

El popular "corcheteo" de estómago al que se sometió el histórico reportero del "Buenos días a todos", Germán Valenzuela, reduce el abdomen para mejorar los problemas de salud asociados a la obesidad. Según cuenta el ex notero, subió de peso hasta enterar 106 kilos y estaba ad-portas de enfermedades como resistencia a la insulina, diabetes, hipertensión arterial y apnea del sueño. Después de la intervención ha bajado 15 kilos en igual número de días.

Al denominado bypass gástrico también se había sometido el recién fallecido ídolo del fútbol argentino, Diego Armando Maradona, quien volvió a subir de peso luego del procedimiento.

¿Por qué a algunas personas les resulta y a otras no? Acá lo o que dicen los especialistas.

Uno, dos, 20 años

"Todos los tratamientos de la obesidad son una oportunidad, bastones que les entregamos a los pacientes para que cambien su relación con la comida. Entonces, cuando yo opero a alguien estoy entregando, probablemente en un año, un tiempo en el que no va a poder engordar, va a bajar de peso con facilidad, se va a sentir mejor, puras cosas positivas. Y uno apuesta a que ese paciente se dé cuenta, en ese año, que le basta con comer poco y no todo lo que le entra. Después de ese año o dos, la cirugía pierde fuerza, le va a permitir comer más. Algunos pacientes logran el cambio de hábito y otros, porque no pueden, no lo consiguen: comen y toman alcohol", advierte el cirujano de abdomen Cristián Cavalla, jefe de cirugía digestiva de Clínica Alemana y miembro de la Sociedad Chilena de Cirugía Bariátrica (Sccbm).

Agrega que los pacientes "se relajan, parten con un pisco sour y con un helado de crema y después son dos pisco sour y dos helados de crema. Si preguntas cuánto es la cifra de los que vuelven a engordar, es difícil (decirla) porque no vuelven a la consulta original, van a otra. Calculamos, al ojo, que hay por lo menos 20% de pacientes que vuelven a subir de peso, después de los dos años", comenta Cavalla.

Respecto de si después de 20 años también puede haber efecto rebote, eso "depende exclusivamente del paciente. Si no hace los cambios de hábito, fracasa. Se nota en la recuperación de kilos y hay casos en que la cirugía le sirve en un periodo muy acotado, habitualmente un año", aporta Carlos Cárcamo, cirujano digestivo y director e investigador del Instituto de Cirugía de la Universidad Austral .

Candidatos obesos

Álex Escalona, cirujano digestivo y jefe del programa de Obesidad y Diabetes de Clínica Universidad de los Andes, dice que son candidatos a este tipo de cirugía son "las personas con obesidad, especialmente quienes tengan índice de Masa Corporal (IMC) sobre 35, diabetes tipo 2 con mal control o reflujo gastroesofágico grave".

Cavalla agrega que "la gente con obesidad y estas enfermedades viven menos años y es por eso que uno ofrece esta cirugía".

Cárcamo acota que "este tipo de intervención está estandarizado para adultos entre 18 y 65 años. Sin embargo, cuando hay casos fuera de este rango (por ejemplo, un niño de 15 años con obesidad mórbida) se opera a los pacientes por el riesgo en la salud".

"Lo que uno hace es crear un estómago de 90 cc, que es bien poco. Previamente es de 1.000 a 1.500 cc. O sea, la reducción es importante, es del 90% al 95% de la capacidad del estómago. Esta es la primera etapa, se crea un estómago pequeño (reservorio gástrico)", detalla Cavalla.

"Después se hace una conexión con el intestino delgado. Con esto, lo que pasa es que uno se salta el paso de la comida por el estómago y esta va directamente al intestino delgado. Se altera la absorción de los alimentos, se reduce la cantidad de ingesta, y por eso los pacientes bajan de peso", explica Cavalla. A eso se suma la ausencia de un pedazo de intestino. Por eso estos pacientes tienen que suplementarse y controlarse, porque de lo que comen no alcanzan a absorberse todas las vitaminas necesarias.

Los especialistas precisan que, además del mencionado bypass gástrico, está la manga gástrica (gastrectomía en manga), destinada a pacientes no tan obesos y sin tantos problemas metabólicos. "De las personas que se hacen cirugía para bajar de peso, entre el 60 y el 70% se hacen gastrectomía y entre el 30 y el 40%, un bypass", estima Escalona, cirujano digestivo de la Clínica Universidad de los Andes.

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