Derramar líquidos en la cama es bastante común, la cuestión es limpiarla para que no aparezca esa desagradable aureola que arruina todo su esplendor y evitar malos olores. La buena noticia es que no todo está perdido, hay trucos para eliminarlas.
Elizabeth Álvarez, académica de Diseño de Vestuario y Textil de la Universidad Andrés Bello, explica que, por lo general, las manchas en fibras de origen natural son más difíciles de sacar, pero la tarea no es imposible.
"Este tipo de telas son más débiles y tienen mayor posibilidad de que se deshaga o se rompa la fibra si se usan productos químicos. Las fibras sintéticas como poliéster y poliuretano son mucho más resistentes al frote y agentes químicos que se usan, ya que están compuestas de filamentos continuos", específica. Hay productos que son más agresivos y podrían dañar la superficie, sin embargo, algunos como el vinagre y el bicarbonato saltan como los favoritos para solucionar el problema.
"La gracia de estos compuestos es que no son agresivos; actúan como solventes de tipos orgánicos y sirven para desodorizar las superficies de olores o hedores que pueden ser provocados por microorganismos", recomienda Cristián Palavecino, doctor en Biología Celular y Molecular e investigador de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Central.
Para aplicarlo, hay que rociar el vinagre, dejar que actúe y después usar o no el bicarbonato, que se aplica de la misma forma (se pueden usar juntos o separados dependiendo del tamaño de la mancha).
El científico destaca que es fundamental hacer la limpieza en cuanto se manche la superficie para que no se mezcle con el entramado de la fibra y así, evitar el crecimiento o aparición de bacterias. "Lo que más genera precipitación son los compuestos de tipo orgánico que están en las secreciones como la orina o fecas del bebé. Si no queda bien limpio, pueden comenzar a crecer microbios que propician el mal olor", advierte.
Mezclar vinagre y limón es otro de los remedios ancestrales de las abuelas.
"Se utilizan para limpieza porque generan efervescencia debido al burbujeo que produce la reacción química; al ser ácidos, cambian el pH en las manchas y las eliminan", destaca Víctor Jiménez, químico de la Universidad de Santiago de Chile.
Por otra parte, el agua oxigenada es una fórmula potente si se trata de eliminar manchas más agresivas como la sangre.
"Las manchas son compuestos químicos que por lo general no son coloreados. Al aplicar el peróxido de hidrógeno, se rompe la estructura química oxidando la superficie y genera que la molécula pierda la propiedad del color", define Jiménez. "Este compuesto se utiliza comúnmente para blanquear telas, pero en bajas concentraciones en 3 a 9% con agua sobre la superficie. Sin embargo, es importante probar en una punta primero ya que no todas las telas reaccionan igual", aclara Ángela Herrera, académica de la Escuela de Diseño de la Universidad de Valparaíso.
En caso de manchas pequeñas que aparecieron al derramar café o algún líquido menos hostil, una solución fácil es hacer una mezcla de agua con jabón y escobillar la superficie.
"Se puede usar el jabón líquido neutro que usamos para lavarnos las manos porque no deterioran las telas ya que sirve para sacarle el olor al colchón y eliminar los microorganismos. Se coloca en 250 ml de agua en aspersor o botella, tratando que no quede mucha espuma y con una escobilla aplicar en la mancha.
Para finalizar, neutralizarlo con vinagre", aporta Palavecino.