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Hay una merma en las habilidades sociales de los niños

Hace unas semanas que Mariana Derderián retornó a sus paseos a la plaza que está cerca de su casa con sus hijos Leticia, de 5 años, y Pedro, de 3. "Estuvimos muy encuarentenados como todos por el Covid-19 y a la hora de salir a jugar con otros niños pude notar cierta timidez, mezclada con ansiedad, como si hubieran perdido esa parte tan natural que tenían para relacionarse. Antes se les hacía tan fácil, tan cotidiano: ¿Esta es tu pala? Ya, juguemos".

La experiencia que plantea la actriz tiene una explicación. Eli R. Lebowitz, escritor y profesor asociado del centro de estudios infantiles en la escuela de medicina de la Universidad de Yale, postula que "durante el distanciamiento social y la cuarentena causada por Covid-19, los niños se abstuvieron en gran medida de ver a otras personas fuera de su familia".

-¿La cuarentena les afectó, Eli?
-Claro, el distanciamiento social también significó que los niños no estaban practicando y desarrollando sus habilidades sociales. Hay una merma en sus habilidades sociales. Ahora que las cosas se están reabriendo, reanudar el funcionamiento social puede ser un desafío difícil y algunos niños pueden preferir seguir evitando las interacciones sociales.

-Uno pensaría que para un niño podría ser más fácil relacionarse.
-Aunque los niños necesitan interacciones sociales con sus compañeros, y algunos niños prosperan en presencia y compañía de otros niños, las interacciones sociales no siempre son fáciles y pueden representar un desafío para algunos niños. Muchos niños experimentan ansiedad social, una condición caracterizada por un alto nivel de ansiedad y preocupación por la evaluación de los demás.

-¿Cómo se les puede ayudar a manejarlo mejor?
-La mejor respuesta para un niño que está ansioso es una respuesta de apoyo. Los padres y otros cuidadores brindan apoyo cuando responden a un niño ansioso de una manera que le muestra tanto la aceptación de su dificultad genuina como la confianza en la capacidad del niño para afrontar la dificultad. Los padres pueden decir cosas como: Entiendo que esto te hace sentir realmente incómodo y sé que puedes manejarlo.

La sicóloga Pamela Lagos, mamá de Amalia, de casi tres años, concuerda con Lebowitz: "Hay que entender que los niños (que no tienen hermanos de su edad) han pasado todos estos meses relacionándose con adultos, eso trae consecuencias como que en la vuelta a jugar con sus pares no negocian, los papás acatamos en el juego. O el generar capullo estos meses con los papás en casa, al salir se asustan más, andan mucho más papones y mamones".

Otro punto que aporta es la híper estimulación que les da el volver a salir. "Están híper reactivos, imagínate la angustia, después de meses, de volver a la calle con los autos, los ruidos, la gente, los estímulos, hay una sensación de que todo es muy hostil", opina Lagos.

Khrisna De Caso prefiere ahorrarle esta ansiedad a su hija Ainhoa, de 2 años. "No hemos ido a la plaza porque me da miedo. Entonces yo voy a estar todo el rato asustada, diciéndole que no toque nada, a ningún niño, y ella lo va a pasar mal y yo también. Prefiero no ir todavía".

Esta salida es una de las que Amanda Céspedes, neuropsiquiatra infanto juvenil, considera que "es la mejor, porque hay que volver a las plazas y ayudar a los niños en su vuelta a interactuar con niños desde la calma. La mamá tiene que estar lista para eso".

-¿De qué forma se puede preparar a un niño y a una madre?
-Lo primero es no sobrerreaccionar, no retarlos si tocan a otro niño o la tierra. La sobrerreacción puede ser muy dañina en niños que están volviendo a retomar sus habilidades sociales con sus pares. La advertencia debe ir en un buen tono, no asustado: A ver, mi amor, vamos a usar alcohol gel ahora.

-¿Por qué hay que ser tan cuidadosa, Amanda?
-Porque sin duda con el encierro los niños en edad preescolar han perdido sus habilidades sociales o han sufrido retrocesos notorios. La forma en que les damos las advertencias puede generarles mucho temon Los niños se toman las cosas más en serio y perciben el temor, ansiedad que genera el virus y sobrerreaccionan.

-¿Volverán a sociabilizar como antes?
-La sanación vendrá sola, no hay que apresurarlos. Está bien que salgan, que vean niños y jueguen. De a poco irán retomando la normalidad y se sentirán cómodos otra vez.

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