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El calor nocturno se aplaca si corta el sol directo con una cortina blackout

Por estos días primaverales, las temperaturas máximas en la Región Metropolitana rondan los 26 grados. Sopla una brisa vespertina, todo agradable, pero estamos a pocos días de que el panorama varíe rotundamente y esa máxima no baje de los 30 grados.

Quienes más sufren este calor son los dueños de departamentos y construcciones que apuntan hacia el norte o poniente y reciben el sol directo. Y si bien esto es molesto en si mismo cuando se quiere estar fresco en casa, lo peor ocurre en la noche, cuando intentar tener dulces sueños puede transformarse en una pesadilla.

¿Por qué? Por culpa de lo que llaman inercia térmica. Explica Francisco Mateo, ingeniero en proyectos de eficiencia energética e investigador del Centro Tecnológico Kipus de Eficiencia Energética de la Universidad de Talca.

"En general y explicándolo de manera bien práctica, la inercia térmica es la propiedad que tienen los materiales de absorber el calor y después soltarlo", explica, fenómeno que tiene un efecto directo en la temperatura del hogar.

La inercia

"Cuando uno va corriendo y te pegas un frenazo, la inercia es una energía física que es residual y que te empuja para adelante, siguiendo el movimiento. Lo mismo pasa con los materiales y sus temperaturas", explica agrega Pablo Pulgar, docente del Departamento de Ciencias de la Construcción y del magíster en eficiencia energética y sustentabilidad de la Universidad Tecnológica Metropolitana.

"Algunos materiales como el hormigón, rocas y en general los pétreos, tienen alta inercia térmica, lo que implica que guardan la energía calórica que aporta el sol en el día y la liberan en la noche", agrega Pulgar, ¿Por qué en la noche? "Lo que ocurre en la noche es que las temperaturas se equilibran. La inercia térmica lo que hace es igualar el aire más frío con el calor del material, y eso aumenta la temperatura ambiental", cuenta el especialista.

Las cortinas

Como este problema tiene que ver con el material de la construcción de los domicilios, no existen muchas formas de disminuir su efecto. La única forma práctica es utilizando las cada día más populares cortinas blackout, fabricadas especialmente para bloquear el ingreso de los rayos del sol al lugar.

"En una vivienda si pones blackout, lo que hace la cortina es intervenir en la ganancia de energía calorífica que aporta el sol. Si antes quedaba adentro, ahora se ve bloqueado con la cortina", dice Pulgar.

Aporta a la explicación Mateo, de la U. de Talca. "Si uno aplica cortina blackout, al necesitar menos energía para bajar la temperatura del ambiente se puede calcular que el ahorro energético que se genera va entre un 20 a 40%, lo que varia dependiendo de dónde se coloquen las cortinas, aunque lo ideal es en ventanas que dan al norte o poniente, que es por donde llegan las radiaciones ms fuertes dentro del día", agrega.

¿Cuál de todas?

"Todas las cortinas blackout detienen el 100% de los rayos solares y no entra nada de luz", explica de entrada Andrés McManus, dueño de Novalinea diseño, empresa especializada en este tipo de cortinas (https://bit.ly/31 5SfPz), entre otros productos para el hogar. Lo anterior no significa que no haya diferencias en materiales y, por consiguiente, en precios. Explica McManus: "Hay telas básicas de 50% poliéster y 50% de acrílico, que son livianas y son las más económicas. Después vienen las de 100% poliéster, que puede o no puede agregar una capa de PVC que refracta más la luz del sol, además de hacerla más resistente, aunque son un poco más caras", agrega.

Más profesionales son las blackout 100% de PVC, que son lavables y de uso más intensivo en laboratorios, hospitales o colegios, dejando al final unos modelos llamados celulares, como cuenta McManus.

"Son de alta capacidad en absorción térmica, pues poseen paneles tubulares con aluminio al interior y en poliéster", dice, lo que asegura la reducción del consumo energético de refrigeración en verano en un 40%.

Dato verde

Si quiere aportar más, aplique plantas cerca de las ventanas. "Puede colocar enredaderas, utilizando por ejemplo esas mallas de seguridad. A la larga puede ser súper efectivo. Por eso en las casas coloniales chilenas había mucho verde, especialmente parrones, ya que botaban las hojas en invierno, aumentando el acceso de la luz natural y en verano, ya con hojas, cubriendo el sol y generando un control térmico muy agradable., ya que reduce el sobrecalentamiento de los lugares", agrega Pulgar, de la UT EM.

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