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temporeros sacan entre $15.000 y $35.000 diarios

Llegó la primavera, el sol y -paulatinamente, de norte a sur- también las cosechas. Según datos de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), el trabajo de temporada agrícola está comenzando: hasta el final del verano, los rubros frutícola, hortícola y vitivinícola tienen un aumento sustancial en su necesidad de personal.

El secretario general del gremio, Juan Pablo Matte, cuenta que la oferta de empleos a lo largo del país va desplazándose durante este periodo: parte en el norte, luego se mueve al centro y termina en el sur.

"La oferta va variando durante la temporada, aun cuando en la zona central -en las regiones de Valparaíso, Metropolitana y O'Higgins- hay una gran demanda por la enorme cantidad de superficie de frutas, hortalizas y viñas", menciona.

En el caso de la fruta, la temporada se está iniciando y las ofertas apuntan principalmente al raleo, trabajo que consiste en regular la carga de frutos de una planta u árbol para mejorar la calidad de los restantes, según explica el presidente de Fedefruta, Jorge Valenzuela.

A fines de octubre parte la real temporada de cosecha, que es cuando más temporeros se requieren.

"Se necesitan mucho más que para el raleo. El 70% de las frutas del país están en la zona central, entre las regiones de Valparaíso y del Maule. En esas zonas se concentra la mayor cantidad de oferta y demanda de mano de obra", precisa.

Para trabajar en el sector, en general, no se pide ningún requisito.

"Hay mucha gente que tiene oficio de cosechero y llevan años trabajando en este rubro. También hay muchos extranjeros, principalmente haitianos y bolivianos", indica Valenzuela.

Los sueldos

El secretario general de la SNA aclara que las remuneraciones en este rubro dependen del tipo de trabajo, zona y condiciones que se pacten.

"Es muy común que se acuerde un sueldo base y luego un variable de acuerdo a los rendimientos que alcance el trabajador. El rango es amplio y puede variar entre $15.000 a $35.000 brutos diarios", asegura Matte.

Por lo general, dice, el pago es a convenir. 

"Normalmente se paga a la semana, pero depende de las empresas. Hay algunas que pagan una vez al mes. Hay personas que son rápidas para trabajar, conocen el oficio y tienen harta experiencia. Un buen cosechero de cerezas puede ganar $700.000 al mes", afirma Matte.

El presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (Asoex), Ronald Bown, añade que la paga también varía según la labor -en huerto o centrales de embalaje- y por la especie en la que se trabaje (la cereza es la mejor pagada).

"Los salarios se mueven entre $450.000 y $900.000 mensuales", asegura.

¿Cómo enterarse de las ofertas para temporeros? Matte, de la SNA, aconseja hacerlo en los sitios de las municipalidades, sedes de gremios agrícolas regionales o, si se puede, acudir directamente a los campos. Las hace todas

Manuel Poblete (64) tiene 50 años de experiencia en este ámbito y ha hecho de todo. Según dice, trabaja todo el año y sólo deja el mes de mayo para descansar.

"Se puede trabajar en distintas áreas. Un temporero que se dedique a una sola cosa tendrá un campo laboral más limitado. Lo mejor pagado son las cosechas y las podas. A nosotros nos hacen contrato por faenas laborales: poda, raleo o cosechas. Y pueden hacer contratos entre seis y ocho meses. El contrato de poda, por ejemplo, es de cuatro meses y se puede extender hasta cuando sea tiempo de cosecha", afirma.

¿Cómo busca pega? "En general, las mismas empresas nos reintegran. O cuando finalizamos una temporada, nos avisan cuando inician la próxima", responde.

Lo máximo que ha ganado son $800.000 mensuales.

"La gente joven es muy poca. Vienen al campo, trabajan un día y hasta luego. No les gusta por el sol. Se cansan luego", añade.

Jonathan Arenas (27) empezó a trabajar en esto a los 20 años. Su jornada parte a las seis de la mañana y termina a las 13:30. Le pagan al mes y en promedio gana entre $500.000 y $600.000. Lo máximo que sacó fue $1.400.000 cosechando cerezas.

"Pagan por caja en periodo de cosecha. Por caja, uno debe cosechar nueve kilos; ellos le ponen un precio, por ejemplo, de $2.000. Mientras más cajas se llenen, más pagan. El raleo de frutas es mal pagado: entre $18.000 0 $22.000, según el sector", explica. "Los sectores que más pagan son la cereza, la uva y la pera, aunque todo depende de la empresa".

Buenas prácticas

El presidente de Fedefruta, Jorge Valenzuela, asegura que en las últimas dos décadas las condiciones laborales de los temporeros han mejorado gracias a la adopción de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). "Permiten que los trabajadores del sector cuenten con estándares mínimos de seguridad e higiene personal. Se insta a que las empresas cuenten con baños -el número depende de la cantidad de gente que trabaje en la faena- y también con comedores para que puedan almorzar", ejemplifica.

Algunas compañías entregan colaciones, hacen pausas laborales, cuentan con instalaciones de alojamiento, entregan implementos de seguridad y hasta brindan sesiones de gimnasia a los temporeros, enumera.

Con la pandemia, todas las empresas deben suministrar también elementos indispensables para prevenir contagios, como mascarillas y alcohol gel.

"En la medida en que nuestra agricultura ha pasado de cultivos extensivos a cultivos frutales, las condiciones y las remuneraciones han mejorado para los trabajadores. No sólo se han mejorado las instalaciones sanitarias, también se han hecho capacitaciones para operar de la mejor forma las tecnologías y las herramientas, y en prevención de riesgos. Se han rediseñado huertos de uva de mesa para que estén a mayor alcance de los temporeros y sea más fácil la cosecha", precisa.

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