Entre marzo y julio de este año, las ocho cámaras trampa que Vicente Araya y Raúl Meza instalaron en la reserva Pingüino Rey, ubicada en Bahía Inútil, Tierra del Fuego, captaron 1.450 imágenes. Ambos tienen 15 años y están realizando una investigación en el Centro de Investigación Científica Escolar (CICE), que funciona bajo el alero del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES) de la Universidad Católica.
Junto al director del CICE, Carlos Zurita, tenían planificado viajar una vez al mes al parque, que es privado, pero la pandemia cambió los planes y tuvieron que arreglárselas para que les enviaran el material desde allá. "Aurora Fernández, jefa de operaciones del parque, nos ayudó junto a algunas guardaparques. Les cambiaron las pilas a las cámaras una vez al mes, cambiaban las tarjetas y nos mandaban las fotos", cuenta agradecido Zurita.
¿Y con qué se encontraron los jóvenes al revisar las imágenes? Con lo que se temían. Desde el año 201 8, explica Zurita, hay registro de "innumerables ataques de zorros chilla o gris en Tierra del Fuego, hacia la zona de la colonia de pingüino rey. Esta especie de zorro es nativa en todo Chile, excepto allá, donde fue introducida en 1951 con la finalidad de ser un controlador biológico de las poblaciones de conejos".
"Las cámaras a veces se activaron por la presencia de pájaros, como caranchos, o porque detectaron algún tipo de movimiento. Pero hay 243 capturas nocturnas de zorros con intento de depredación", detalla el guía de la investigación.
Las cámaras fueron ubicadas en una especie de corredor, que estimaban era el paso obligado de los zorros para llegar a la colonia de pingüinos. Las instalaron a lo largo de 500 metros. "La cámara más cercana quedó a 100 metros de la colonia y una captó a un zorro con un polluelo de pingüino en el hocico", describe Zurita.
-¿Qué más establece esta investigación?
-Pudimos determinar los horarios de los acercamientos de los zorros. De las 243 capturas, 131 se produjeron cuando la Luna tenía más del 75% de su superficie visible, lo que indica que algunas fases de la Luna y su luminosidad favorecen los intentos de depredación por parte del zorro.
El director del CICE explica que 45 capturas se produjeron cuando la Luna tenía entre 50 y 74,9% de luminosidad; 22 capturas cuando había entre 25 y 49,9% y otras 45 cuando había hasta 24,9%.
Los jóvenes investigadores, que van en segundo medio, proyectan su estudio. "Esta situación es preocupante, ya que los pingüinos rey jamás han tenido depredadores terrestres, por lo que no saben cómo afrontar esta situación", explica Raúl. Vicente complementa: "A futuro habría que analizar las estrategias defensivas del pingüino rey y cómo van evolucionando a través del tiempo. Es primera vez que se registra a esta especie enfrentarse a un depredador mamífero terrestre y sería importante estudiar cómo lo hace y cómo aprende de esta nueva problemática".