Las mesas y sillas lucen apiladas en la sala central del ex teatro Alcázar, donde hasta la semana pasada funcionaba el restaurante "Los chinos ricos" (Brasil 373), el más antiguo de la Plaza Brasil.
"No nos vamos ni por el estallido social ni por el coronavirus", cuenta Ana Yau, la matriarca del negocio, quien se siente "demasiado cansada" para continuar. Bautizado hace 36 años como "Los chinos pobres", dice que tras enviudar, le solicitaron desde la embajada china que le cambiara el nombre al restaurante, porque consideraban que "denigraba" su cultura. Ahí lo rebautizaron como "Los chinos ricos".
Guillermo Zúñiga es uno de los pocos trabajadores que aún queda. "Llegué hace 27 años y fui el segundo hombre en atender mesas en un restaurante chino, porque antes los chinitos trabajaban con puras mujeres para atender las mesas", cuenta.
Antes de irse hay que vender todo. De eso se encarga Cristián Fonseca, hijo de Ana, quien se declara satisfecho con el remate que organizó. "Lo poco que se ve en las paredes ya está vendido y el resto, como lámparas y cuadros ya se fue", asegura el hombre.
Aunque a la vista abundan las cajas de vinos, destilados y todo tipo de artículos de menaje, lo más importante está reservado para la próxima semana, cuando salgan a la venta el mobiliario y los equipos de la cocina. "Es una súper buena oportunidad para los que quieren iniciar su negocio, porque hay mesones de acero inoxidable, cocinas industriales, freidoras y otros", adelantó Fonseca.