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Helhue Sukni explica por qué prefiere manejar el auto de su hija Fadwa

Desde 2005 que la abogada Helhue Sukni compra solo autos cero kilómetros. "Me voy a la segura de que no vengan clonados, tengo la garantía de la compraventa y también la certeza y seguridad de que si viene con alguna falla me lo cambian", dice.

Ahora tiene un Porsche Cayenne año 2018 que adquirió en 40 cuotas. "Llevo 26 pagadas. No me daría el pellejo para comprarlo al contado. Yo termino de pagar las cuotas y lo cambio, es que los autos se deprecian mucho", comenta.

A pesar de eso, apenas lo usa: su hija mayor, Fadwa Rabi (29) es quien más lo maneja y, en un extraño cambalache, Helhue conduce el BMW XI año 2017 de ella, quien está ad-portas de dar el examen de grado de Derecho.

"Lo que pasa es que, en el verano de 2019, a mi mamá la chocó un camión. Se dañó el maletero, se rompieron los vidrios, fue la embarrada. Ahí le dije que usara el mío mientras su auto estaba en el taller, que fue todo marzo y abril, y se enamoró: lo encontró rápido, más corto y más económico" en cuanto al consumo de combustible, explica Rabi.

Cuando el Cayenne volvió a casa, cuenta, su mamá le comentó que "no lo quería usar más, ni sacarle mucho kilometraje y que iba a empezar a usar el mío. Le dije que no tenía problema y terminé ganando porque es un auto bacán. Así que hicimos una especie de cambalache de vehículos".

"El XI es más rendidor, en cambio el mío gasta más bencina. Entonces, cuando tengo que ir fuera de Santiago o me toca ir al Centro de Justicia me conviene más andar en el de ella. El estanque del BMW se llena con 40 mil pesos y en el Cayenne, en cambio, me salen 80 mil pesos, porque tiene un motor de 3.5 litros", añade Sukni.

Aclara, eso sí, que en esta pandemia apenas ha manejado. Y Fadwa sale poco, ya que está preparando su examen de grado.

-Helhue, hay personas que no les pasan el auto nunca a los hijos.
-Los padres temen que los hijos les choquen los autos, pero acá la más peligrosa soy yo. Yo siempre les hago topones, me pongo encima de las micros. No estoy ni ahí. Costará caro, pero es solo lata. Si me lo rayan, me lo rayan, no es un ser humano.

-Algunos son muy fijados con los rayones.
-Yo no. Aparte de que, si tiene uno, le pongo pasta de pulir y listo.

-¿No le dice nada a Fadwa sobre sacar su auto?
-No le digo nada, porque es mi hija, es sangre de mi sangre y es clonada para mí. Imagínate que el auto, cuando lo prendes, decía "Hola, Helhue", y ahora dice "Hola Pupi Frutilla", porque yo a ella le digo Pupi.

-¿Tienen estilos diferentes de manejar?
-Fadwa es más osada que yo. Pero yo manejo mejor que todas mis hijas (tiene tres). Soy buena para conducir, parezco camionera; soy rápida, calculo bien, yo nunca he chocado por alcance, a mí me han chocado, pero yo nunca he chocado a nadie.

Su hija agrega que Helhue "maneja súper tirada para atrás, no sé cómo alcanza los pedales. A mi no me gusta cómo conduce, me pongo nerviosa. Si tenemos que salir, le digo que prefiero hacerlo yo, porque ella maneja como Cruella De Vil: empieza a contestar los celulares, que le prenda un cigarro...".

-Fadwa, ¿no le daba miedo manejar un auto que no fuera suyo?
-Al principio andaba con más miedo, pero ahora lo conozco perfecto. En estacionamientos diminutos lo he metido sin problema. Diría que ella tiene más problemas para estacionarlo.

-Helhue, ¿Fadwa le sacó algo de su auto?
-Me sacó todos los chiches que tenía adentro, pero yo los volví a poner: un masbaha, que es un rosario árabe dorado que me traje de Estambul; un paño que me pongo en las piernas, para no ensuciarme la ropa mientras me voy maquillando y por si caen cenizas, ya que fumo adentro del auto y muchas veces me quemaba, y una bolsita para la basura que tengo colgada en la palanca del intermitente. Pero los puse todos de nuevo y ahora están guardados en la guantera.

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