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Duerme mal, le sube la presión y tiene la guata pesada
¿Sabía que si tiene mal dormir también se alteran los microorganismos que habitan en su intestino? Esta fue una de las conclusiones de los investigadores de la University of Illinois, en Chicago, liderados pro Anne Fink, que encontraron asociaciones entre un sueño de pésima calidad, presión arterial alta y microbioma intestinal. Fink aseguró que la microbiota intestinal cumple un papel importante en la salud cardiovascular.

Estudio

Durante 28 días con transmisores de telemetría midieron la actividad cerebral de las ratas, la presión arterial y el ritmo circadiano, además del contenido microbiano en la materia fecal. "Cuando las ratas tenían un horario de sueño anormal, se desarrollaba un aumento de la presión arterial; esta permanecía elevada incluso cuando podían volver al sueño normal", explica Katherine Maki, otra autora de la investigación.

Microbiota

"Hay un tema que tiene que ver con el ritmo circadiano: dormir por la noche y estar despierto de día. En el caso de la microbiota intestinal (bacterias que producen sustancias que nos defienden de las bacterias malas) también tiene su ritmo de día y de noche", comenta la neuróloga Evelyn Benavides, especialista en medicina del sueño de Clínica Universidad de los Andes. "Cuando empezamos a dormir mal, empezamos a disminuir los procesos biológicos: se aumenta de peso, aumenta el riesgo de obesidad y, por ende, el riesgo cardiovascular. Por eso hay que dormir de noche para que nuestra flora intestinal produzca las sustancias que nos protegen de la obesidad, diabetes y otras patologías". La especialista destaca que la denominada deuda de sueño "hace que estas bacterias intestinales se inactiven y aumente el riego de patologías. La clave es dormir cuando corresponde", aconseja.

"Somos más bacterias"

"El estudio es interesante. Todo está interrelacionado a través de las hormonas, de la liberación de neurotransmisores cerebrales, de cómo se modula la microbiota a nivel de distintos tejidos, no solamente intestinal. Hay bacterias buenas que colonizan desde la punta del pelo a los pies. Los seres humanos somos más bacterias que células eucariotas (humanas)", acota la doctora Ana María Agar, inmunóloga de Clínica Alemana. Recuerda que "algunos tipos de dietas altas en grasas y muchos carbohidratos producen obesidad y cambio en el microbiota intestinal, favoreciendo un estado inflamatorio en distintos tejidos.

Carlos Valenzuela, gastroenterólogo de Clínica Biobío, valora la investigación de University of Illinois. "Conocemos tan poco de la flora intestinal y en este estudio se hace una alteración del sueño y hay cambios en la microbiota. Por eso los investigadores plantean el desarrollo de fórmulas prebióticas que ayuden cuando hay alteraciones del sueño a que la flora intestinal vuelva a la normalidad. Esta es una información nueva".

Sueño fragmentado

"Este estudio es de gran interés porque ayudaría a tratamientos para evitar la alteración de esta flora microbiana", agrega Perla David, neuróloga de Vidaintegra. Del sueño fragmentado, al que se sometió a los ratones, precisa que "lleva a hipertensión arterial y a daño cardiovascular por el aumento de la adrenalina con los despertares. También aumenta la liberación de glucosa".

Comenta que "la relación flora bacteriana con este trastorno del sueño fragmentado, es bidireccional, uno altera al otro".

German Cueto, neurólogo y profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso, coincide. "Se sabe que hay una relación entre el gran volumen de bacterias que están en nuestro organismo, especialmente en el intestino, la hipertensión arterial y los trastornos del sueño. Lo interesante, se establece la relación bidireccional".

"La gente tendrá siempre responsabilidades que interrumpan su sueño. Queremos reducir su riesgo apuntando a la microbiota con nuevas terapias o los cambios dietéticos", dice Anne Fink, investigadora de la University of Illinois.

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