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Casa Letrada enfrenta el mayor desafío de la educación en pandemia
Si aprender a leer es de por sí una experiencia de largo aliento, la pandemia y las clases online le agregaron una complicación extra. Enseñar los secretos de las letras cuesta mucho a través de una pantalla y quienes lo sufren son los niños de primero básico, nivel donde debiera partir el proceso gradual de la lectura.

"En esta época el rol del profesor se ve disminuido, porque para enseñar a leer es importante interactuar con el estudiante y usted necesita ocupar el entorno. Tiene que ver mucho con la motivación y online es mucho más complejo, porque de repente uno ni siquiera ve la cara de los niños", opina Delia Torchio, directora de la carrera de Pedagogía en Educación Básica de la Universidad de las Américas, sede Viña del Mar.

Frente a este complicado escenario, los padres asumen un rol fundamental. "Existen diferentes métodos y modelos para enseñar a leer y escribir, pero las familias pueden poner en práctica algunas orientaciones para apoyar a los niños", agrega la académica.

Por ejemplo, recomienda rotular todos los elementos del hogar , como mesa, silla, cama, refrigerador o cualquier mueble u objeto de uso diario. La idea es pegarles un papelito que tenga su nombre escrito bien grande en letra imprenta. Esta práctica se conoce como "Casa Letrada" y se puede hacer en cualquier sector de la vivienda. Por ejemplo, es posible letrar el living, la cocina o el propio dormitorio del estudiante.

"Ayuda a que el niño se motive, porque son cosas cercanas a él y le permiten que vaya relacionando letras y sonidos, a la vez que interactúa con todas las cosas que lo rodean en su hogar", explica Torchio.

Otra recomendación es aprovechar cualquier salida para que el miniescolar reconozca letras y palabras en un entorno más amplio , por ejemplo carteles o letreros en un parque. También recomienda un karaoke con canciones infantiles cuyas silabas se van coloreando a medida que aparecen en la letra del tema. "El niño puede jugar a cantar y va leyendo palabras simples", dice la educadora.

Incorporar el juego

Mariana Oyarzún, directora de la Escuela de Pedagogía en Educación Básica de la Universidad San Sebastián, concuerda con que enseñar a leer a distancia es un tremendo desafío para el profesor. "Obviamente los niños no están 100% concentrados, en la casa hay miles de distractores y no es lo mismo que estar en un aula. Necesitan tener al lado un adulto que los guíe en el proceso", comenta.

Sobre el método de rotular los muebles, dice que es una buena idea. "Le preguntamos al niño ¿qué dice aquí? Mesa ¿y cual sería la primera sílaba? Me, perfecto ", ejemplifica.

Agrega que el ejercicio se puede combinar con tarjetas de cartulina con sílabas escritas . "Le pedimos que busque en ellas las sílabas que forman la palabra mesa y que el niño las ponga correctamente. ¿Y si las pongo al revés? Dice same ¿existe esa palabra? No ", prosigue Oyarzún.

De esta forma el infante va asociando fonema (sonido) y grafema (letras).

"Incorporar el juego es primordial. No tienes para qué decirle vamos a trabajar hoy día en Lenguaje . Le dices ¿juguemos un rato? Y el niño no se va a da ni cuenta que está aprendiendo", asegura la académica.

-¿Ya no sirve el silabario?
-El contexto es distinto, porque la generación actual tiene otras necesidades y cada niño aprende de manera distinta. Por tanto, es complejo decir vas a aprender de esta manera y te voy a enseñar a través del silabario . Además, la tecnología se ha incorporado mucho en el mundo de estos niños, por ejemplo les acomoda bastante aprender en un juego virtual.

Proceso invisible

La Fundación AraucaníAprende tiene un programa para capacitar a 1.038 profesores de primero básico en todo Chile con estrategias de enseñanza lectora. "Este es un proceso invisible: trabajar con sonidos. Por lo tanto, hay que llevarlo a que el niño lo haga visible a través de la manipulación de material", explica Odett Rojas, directora de capacitación de la fundación. Aconseja hacer tarjetas con el sonido de las letras, para que el niño pueda asociarlo. "Le pregunto ¿cómo suena esta letra? Después la puedo esconder entre otras tarjetas con letras y le pido que busque ese sonido", señala. Cuando ya esté familiarizado se pueden incluir vocales, para formar sílabas.

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