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Madera, piso flotante o baldosa
"Piececitos de niño, azulosos de frío", escribió Gabriela Mistral hace mucho tiempo. Y si bien su sentimiento detrás de dichos versos era profundo, esas seis palabras grafican el sentir de un centenar de chilenos que no sabe cómo diablos abrigar los pies cuando empieza la temporada de frío y tiene que permanecer en la casa.

"Cuando se siente frío, el cuerpo se protege de la pérdida de temperatura a través de la circulación de la sangre diferenciada entre vasos profundos y vasos superficiales", explica Víctor Bianchi, cirujano vascular de la Clínica Alemana.

El sistema cierra los vasos superficiales para priorizar los vasos profundos.

"Cuando tenemos una circulación esencialmente central, esto puede ser tan severo que el 100% de la circulación prioriza los órganos esenciales, cerebro y tronco, castigando la circulación periférica, vasocontrayéndose para regular la sangre en el sistema. Esto se nota más en las extremidades. Es como tener una llave medio abierta: la parte más lejana va a recibir menos agua. Acá es lo mismo, pero con la sangre", explica el especialista.

Esta situación dura hasta que el cuerpo determina que si sigue sin mandar sangre a las extremidades, el asunto puede ser peor.

"El cuerpo se alerta porque dice: Independiente de que esté sintiendo frío, tengo que alimentar esto con sangre, sino se muere y el cuerpo vuelve a mandar sangre al pie", asegura Bianchi.

Por eso cuando la cama está helada al acostarse, los pies se enfrían pero se terminan temperando junto con las sábanas.

Explica Gabriela Morgado, doctora en enfermería y docente de la Universidad Andrés Bello: "Sientes mucho frío por un rato, que es el rato en el que transfieres tu calor a la superficie. Pero eso dura hasta que la cama está calentita gracias al calor de tu cuerpo"

El suelo

Cuando circulamos por la casa, los pies están constantemente transfiriendo la temperatura corporal al suelo.

"Los pisos grandes y mal aislados transmitirán de manera rápida el calor al terreno, por lo que tendrán una temperatura más fría", explica como regla general Francisco Mateo, ingeniero de proyectos en edificios del Centro Tecnológico de Eficiencia Energética de la Universidad de Talca.

La madera es la mejor opción térmica.

"Sus oscilaciones térmicas son menores y se mimetiza mucho. Pero cada día es más cara", asegura Fabián Caro, arquitecto del Grupo Ágora Arquitectura y Construcción

Después viene el piso flotante.

"Son pisos sintéticos con películas que imitan la madera, además de otras resinas", asegura Caro. "Sin ser especialmente térmico, aísla bien pues para su instalación se usa una espuma de alta densidad que lo aísla del pavimento u hormigón", agrega el arquitecto.

Y al último queda la cerámica, elegida por su facilidad para limpiar, pero con un mediocre desempeño térmico.

"Cuando la cerámica se percibe fría es porque la estructura soportante que tiene el suelo es fría", agrega el arquitecto Pablo Pulgar, magíster en Construcción Sustentable y docente del Departamento de Ciencias de la Construcción de la Universidad Tecnológica Metropolitana.

¿Que hacer acá?

"Usar pequeñas alfombras o cubrepisos que se pueden sacar, limpiar afuera y poner de nuevo. Eso permite anular la transmitancia térmica del frío de las baldosas en invierno", recomienda Caro.

Qué usar

"Cuando te sobreabrigas o usas telas sintéticas, el pie suda y se pierde calor por evaporación", explica la doctora Gabriela Morgado.

Por eso hay que irse con calma, usar un calcetín de preferencia de algodón con pantuflas en casa. En el caso de los niños, esos modelos con gomas antideslizantes en el pie. Con esa capa es más que suficiente para mantener la temperatura.

Y si bien hay muchas telas con distintas capacidades, sus usos se enfocan para andar en la calle y no para estar en casa.

"Estando en casa no es necesario tener tanta aislación, ya que hay temperatura estable y puedes usar cualquier fibra, no hay tanta variación de temperatura. Distinto es el caso de cuando hay que salir a la lluvia o a hacer deportes. Ahí cambian los requerimientos del material, incluso del zapato", explica Greta Estévez, diseñadora escénica y de vestuario.

En cuanto a las pantuflas, tampoco hay que exagerar.

"Las pantuflas muy grandes, esas como garras de animales, son muy sintéticas. Y si la persona tiene tendencia a los hongos y el mal olor, no es bueno usarlas. Es como una zapatilla, ya que la humedad no se evapora", asegura Estévez.

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