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El gran dilema del hijo estudioso de Arturo Vidal
En la serie "Matchday: Inside FC Barcelona", estrenada en Netflix, el miércoles pasado, Arturo Vidal es un actor secundario. Pero en el capítulo seis el volante se toma la pantalla, muestra a su familia y protagoniza un diálogo llamativo con Alonso, su hijo mayor, alias Monito Vidal. El muchacho youtuber le cuenta su gran dilema a sus 10 años: ser futbolista o elegir los estudios.

Se trata de una disyuntiva habitual en los jóvenes cuando empiezan a pensar en su futuro (ver página 19). Alonso cumple 11 este jueves y en 2019 fue inscrito en la Barça Academ% Aún no sabe si seguir los pasos de su padre. "El Barcelona me gusta y todo eso, voy a jugar, pero no sé si eso es a lo que yo me quiero dedicar porque a mí me gusta mucho el estudio, me encanta estudiar. A lo mejor le puedo dedicar más tiempo al estudio y el fútbol es una cosa que se aprende y ya está". Vidal lo mira atentamente y entra su hijo menor en escena. "El Emiliano. Sabemos ya que va a jugar al fútbol", anticipa el King.

José Pedro Fuenzalida, capitán de Universidad Católica, tuvo la misma disyuntiva de Monito Vidal por mucho tiempo. De hecho, se retiró un semestre en 2007 para ingresar a ingeniería comercial en la UC. Antes estudió la misma carrera en la Universidad de Los Andes en 2004. "A fines de 2003 me entregan los resultados de la PSU, que fueron muy buenos, pero al mismo tiempo subí al plantel profesional en la UC. Ese golpe fue duro para mí, no me sentía preparado, ahí fue clave mi papá y mi familia que me ayudó a perseguir mi sueño que era probar en el fútbol. Pero siempre estuve con la inquietud de vivir una carrera universitaria", recuerda.

Cuando por fin estudió una carrera, el Chapa entendió que el fútbol era su gran pasión. "Me di cuenta de que en una sala estaba desperdiciando un talento que siempre había tenido, o sea, dediqué toda mi vida y mis energías a jugar y ver fútbol. Sentí que los estudios los podía hacer más adelante o de otra manera, pero el fútbol no. Tengo 35 años, sigo aprendiendo, y en el camino uno se da cuenta de que es un trabajo muy difícil y tiene muchas variables", agrega el futbolista.

-¿Qué le recomendaría a Alonso en ese dilema?
-Que disfrute, que haga deporte, aprenda lo que es competir y que siga estudiando, que es lo más importante. Primero para mí está la disciplina en los estudios. Después, en la evolución, cuando tenga entre 16 y 18 años y se sienta preparado, que tome una decisión.

La estadística indica que el 0,001 por ciento de los niños que juegan a la pelota logra convertirse en futbolista profesional. Humberto Cruz Floh se retiró a los 29 años y se dedicó a los negocios. "Recomendaría que no boten los estudios por botarlos. Durante mis años en la UC estudié administración pública en la Universidad de Chile. En ese momento estudiar daba un grado de seguridad hacia el futuro y era una prueba interna mía también. Cuando tenía 29 años, Lázaro Calderón me dijo: déjate de jugar y ponte a trabajar. Estaba esperando firmar en Antofagasta y había otras ofertas, pero decidí retirarme y quedé a cargo del área de compras de deporte de Ripley. Quizás a lo mejor hubiera tenido más posibilidades en el fútbol profesional, pero sufrí una fractura. Hay que ir prepárandose siempre para el futuro, el fútbol es una burbuja", dice el hijo del Chita Cruz, actualmente consultor de Weyco Group, que maneja marcas de calzado.

Pero el fútbol no siempre termina bien para todos. Ángel Carreño, ex volante de Palestino, Colo Colo y Deportes La Serena, vivió la parte dura del retiro con un negocio que no resultó. Hoy se reinventa a los 39 años: estudia la carrera de técnico en el Inaf, tiene un canal de YouTube (Angel Carreno) y es comentarista de Mi Radio en La Serena. "El gran problema que tiene el futbolista es que se retira, en promedio, a los 35 años, pero sale como un niño de cuarto medio, sin ninguna herramienta ni experiencia laboral porque el fútbol no cuenta. Se enfrenta a situaciones que nunca ha vivido y pocos salen con lucas después del retiro. Instar a los jóvenes o los que están cerca del retiro que traten de estudiar y hacer armas para el post fútbol. En mi caso, el fútbol duró 17 años, pero me quedan cincuenta años de vida", asegura.

En esa línea, Ignacio González, arquero de Deportes Antofagasta, hoy tiene su emprendimiento As Inmobiliario y con el Sifup da charlas de educación financiera relacionada con su rubro a otros jugadores. 'Yo estudié cuatro años de ingeniería comercial y hoy les cuento mi historia: empecé a invertir cuando me fui a préstamo a los 20 años a Puerto Montt, en Primera B, con un sueldo de 900 lucas y encontré en los bienes raíces algo que me permitía invertir usando poco tiempo. Recomiendo estudiar y jugar, pero ser deportista implica mucho riesgo. No hay certezas, de un año a otro puedes pasar del cielo a la tierra y debe haber alguien que te enseñe qué hacer con tu dinero", dice el futbolista.

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