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Venecia se puso azul y volvieron los animales gracias a la cuarentena
Venecia, la ciudad italiana habitualmente llena de turistas que navegan sin parar por sus famosos canales ha detenido su actividad por la cuarentena. Pero además de calles vacías, ha habido otra consecuencia insospechada de la disminución del trajín turístico: un descenso de la contaminación asociada a la actividad humana, que tiene los canales con aguas claras, llenos de peces y hasta con cisnes navegando plácidamente.

En imágenes compartidas en redes sociales y publicadas en medios internacionales, se observan los canales con un tono azul y con agua cristalina, distinta al líquido lodoso en que habitualmente se desplazan las góndolas.

Aguas claras

Ese cambio tiene que ver directamente con la disminución en la actividad humana. De acuerdo a Álex Godoy, director del Centro de Sustentabilidad de la Universidad del Desarrollo, "las medidas tomadas (cuarentena) disminuyeron la intensidad en que se da la vida diaria, lo que altera los patrones de consumo, de movilidad. La actividad humana está tan sobredimensionada, que genera impacto en el ambiente y cuando ocurren este tipo de fenómenos, en que la gente baja la velocidad, se queda en casa, uno puede ver los efectos inmediatos en términos ambientales. Lo mismo pasó en Italia. Ahí vemos que el ambiente es capaz de ser resiliente, vuelve a recuperar la calidad que pierde cuando tenemos una actividad humana excesiva. Esto nos debería llevar a reflexionar si acaso los niveles de actividad humana que mantenemos hoy día, son los necesarios o no".

Técnicamente, respecto a la repentina claridad del agua, hay una combinación de factores, ya que se deja de levantar sedimento del fondo de los canales, pero además baja la contaminación. "Venecia es otro indicador biológico o experimento natural, en el cual fenómenos como la resuspensión de sedimento que se da por las góndolas, la descargas a los mares por la demanda de servicios como hoteles, restaurantes, los botes que usan diariamente combustible y aceite contaminan el agua. Como es un sitio turístico, se sobreexplota. El impacto es mayor a lo que el ambiente puede depurar. Lo que estamos viendo es que en un espacio de dos meses las aguas son capaces de depurarse a lo que estamos viendo hoy día", comenta Godoy.

Peces y vida silvestre

La aparición de aguas transparentes dio paso a la llegada de cisnes y a que pudiéramos ver a los peces que habitan los canales. "En las ciudades más agitadas del mundo, no hay actividad humana y se le está dando un respiro a la naturaleza, en China, en Europa han bajado los niveles de contaminación del aire, del agua y eso implica que la vida silvestre ha tenido un pequeño respiro y cuando tiene la oportunidad de volver a sus ambientes originales, lo hace, que es el caso de Venecia. La vida silvestre puede volver a ocupar sitios que muchos años antes eran parte de sus hábitats, que luego dejaron de serlo, pero que ahora como no hay personas pueden ser recuperados. Los animales pueden deambular libremente y volver a colonizar esos espacios", dice Claudio Azat, veterinario y director del doctorado en Medicina de la Conservación de la Universidad Andrés Bello.

Sobre si los peces ya residían en los canales o proliferaron en el último tiempo, Azat dice que "muchos podrían haber estado y no se veían o estaban en menor número y con el agua más limpia se ven y además están las condiciones más adecuadas para que los peces puedan vivir, alimentarse, reproducirse y aumentar sus poblaciones, porque el agua no está contaminada. La contaminación es una amenaza para la vida, entonces si no hay contaminación la vida silvestre prolifera".

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