"Es un hijo súper bienvenido. Así que con mi pareja (Andrés Chaparro) estamos súper contentos y me estoy cuidando un montón. Esta semana tuve un control con el médico donde me fue bien, la guagua viene sanita y ahora tengo que hacer una vida normal. Puedo bailar mientras me siga sintiendo cómoda", comenta López, quien actualmente trabaja como profesora de danza en distintos colegios además de realizar eventos y clases particulares.
-¿Cómo se ha sentido?
-Ando súper cansada, nada que ver con mi primer embarazo a los 30, cuando estaba muy activa. Ahora yo hago caso no más. Si me siento cansada, me tiro en la cama no más. Tengo un hijo de 8 años entonces igual tengo que estar con él en sus vacaciones, así que intento ir harto a la piscina. Ya ni tengo ganas de salir de noche porque ahí me baja todo el cansancio.
-¿Eso le cambió mucho la rutina nocturna?
-Era buena para juntarme con mis amigas a comer algo rico y tomarme algo, pero ahora a las 9 de la noche ya empiezo a bostezar así que resisto hasta las 11. Ahora hago más cosas en la casa y mis amigas vienen a verme.
-¿Cómo fue su primer embarazo?
-Estaba de bailarina en "Yingo" y supe que estaba embarazada a los 3 meses y medio. No me salió nada de guata hasta los 6 meses y ahí paré de bailar porque ya no podía usar los vestuarios. Ahora ya voy por los tres meses y ya tengo un poco de guatita.
-¿Cómo va este embarazo?
-Llevo poquito, pero los primeros dos meses fueron atroces, con mucho malestar. Hartas náuseas, cansancio y todos los olores me molestaban. Ahora ya me siento bien, estoy súper buena para comer. Me han dado antojos de frutas como sandía, melón y frutilla, y cereal con yogurt. Soy buena para las comidas caseras, eso es parte de mi alimentación normal. Voy a seguir haciendo clases hasta que sienta que ya no pueda rendir porque igual soy un poco hiperkinética. Ahora quiero enfocarme en mi embarazo y trabajar en la productora de mi pareja (llevan 1 año y medio), que es de castings y modelos. Queremos ampliar el rubro y hacer eventos. La pega ha bajado un montón (por el estallido social). Antes en verano estaba lleno de festivales y ahora no hay en ninguna parte.