"Yo trabajo con dos abuelitos de 75 años, don Daniel González y don Gabriel Laguez. Como ellos deben hacer mezcla y transportar los bloques, tienen que ejercer fuerza y yo me puse a pensar de qué forma podía disminuir su esfuerzo. La idea era agregar algún material que fuera liviano y con cualidades estructurales", cuenta Arancibia.
Probó caucho, plumavit y otros materiales, hasta que llegó al plástico de las botellas.
"Lo picamos y agregamos a la mezcla de cemento de alta resistencia, gravilla y arena. Eso permite que el peso baje de 13,5 kilos a 11 kilos, lo que implica menos esfuerzo al momento de cargarlos", agrega el dueño de la empresa Bloquemac, de La Serena.
El resultado es un bloque rectangular de 14 centímetros de ancho, por 19 de alto y 39 de largo que actualmente ya está comercializando.
"La Universidad de La Serena los certificó en cuanto a resistencia y absorción de humedad", señala.
"Además de eso, este producto le da un uso final a las botellas de plástico desechables, porque quedan en los bloques para siempre. Es decir que esta solución ayuda al medio ambiente", cuenta Arancibia.
Para obtener las botellas, Arancibia instaló sacos de recolección en cuatro negocios de su barrio.
"La gente sólo va y los deposita, no tiene que distinguir colores, ni tipos de plástico, porque sirven desde botellas de champú hasta las clásicas de bebidas", explica.
Sobre el destino del premio, Arancibia dice que lo usará para comprar una máquina trituradora de mayor capacidad. Actualmente, con la que tiene, que es de segunda mano, procesa 80.000 botellas a la semana. Para cada bloque se usan 19 botellas, equivalentes a 450 gramos de plástico.
"Además queremos comprar un utilitario para aumentar los puntos y la frecuencia de la recolección", cuenta.
El Pitch de la muerte
Como Arancibia, fueron 60 los ganadores del concurso, cuya fase final se realizó este viernes en la Casa Museo Santa Rosa de Apoquindo. En sendos escenarios y antes público y los respectivos jurados, los emprendedores debieron resumir en un relato (picth) de dos minutos en qué consistía su emprendimiento y por qué eran merecedores del premio mayor. Si bien los 60 microempresarios ya habían asegurado premio, debían competir por obtener el mayor monto posible. Las opciones eran 20 de $10.000.000, 20 de $5.OOO.OOO y otros 20 de $3.000.000.
En el concurso se inscribieron 5.000 personas, de la cuales se preseleccionaron 200 emprendedores y luego los 60 cupos que recibirían financiamiento. Además del dinero, los ganadores obtuvieron una mentoría de seis meses a cargo de la Escuela de Administración de la Universidad Católica de Santiago.
Luego de cada exposición, los jurados, entre los cuales se encontraban Luksic y su hermana Paola, les hicieron algunas preguntas a los emprendedores.
"Ustedes son un testimonio real y fidedigno de la gran fuerza emprendedora que hay en Chile. Han demostrado ser luchadores, tener ganas, estar dispuestos a pelear por sus sueños y hacerlos realidad. Espero que participar de Impulso Chileno haya sido una experiencia positiva para ustedes y sus familias y que lo mejor esté por venir", dijo Luksic al final del evento a los ganadores.
Algunas de las tendencias de la segunda edición del concurso fueron la sustentabilidad y la alimentación saludable. El empresario destacó que el 61% de los 60 ganadores fueron mujeres.
El año pasado Impulso Chileno también premió a 60 emprendedores, quienes durante el primer semestre de 2019 recibieron financiamiento para invertir en su proyecto y asistieron a las clases y mentorías impartidas por miembros de la Escuela de Administración de la UC. La lista de ganadores se puede ver en www.impulsochileno.cl.