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Con sensores infrarrojos de los F-16 buscan el avión perdido
El último contacto radial que tuvieron los pilotos de la aeronave C-130 Hércules fue a las 18.30 horas de este lunes. Su aterrizaje antártico debía ocurrir a las 19.17 de la misma tarde. "Esto pasó a 723 kilómetros de Punta Arenas y a 473 kilómetros de la Antártida, en medio del mar de Drake", asegura el comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Chile, Arturo Merino Núñez.

Merino cuenta que cuando se enteró de que el avión no podría regresar, debido a que el combustible alcanzaba solo hasta pasada la medianoche, la Fuerza Aérea destinó todo su equipamiento especial de rastreo. Incluso solicitó ayuda internacional.

Equipamiento de búsqueda

Aviones, helicópteros, buques y satélites participan en la búsqueda del C-130. "En este momento se están empleando en la zona nueve aviones nacionales, dos de ellos son de la Armada. Desde el norte, contamos con cuatro aviones F-16, que tienen la capacidad de reconocimiento infrarrojo. Además pueden visualizar objetos cuando está nublado", enumera.

"También contamos con dos aviones, un F-5 y C-130 nacionales. Vienen dos helicópteros Black Hawk desde Santiago", destaca. Además, enfatiza, los está apoyando un C-130 uruguayo, un C-130 que opera desde Argentina, un P-3 de Brasil.

"Estamos coordinando con un avión de Reino Unido. Hemos apoyado la búsqueda con medios satelitales, principalmente de Israel, del comando espacial de Estados Unidos y con nuestro FASat Charlie. El comandante en jefe de la zona peruana pondrá a disposición su satélite", cuenta el comandante en jefe de la Fach.

Según Merino, por norma, la búsqueda se debe realizar por seis días, extendibles por otros cuatro. "Pero si tenemos indicios, vamos a seguir buscando. Eso depende de lo que encontremos en el lugar".

La tecnología

Marcos Díaz, coordinador del Proyecto Satelital Suchai, explica las características de búsqueda que tiene el satélite FASat Charlie, que tiene tres espejos. "La gracia de los espejos es que aumentan la distancia focal, es decir, logran una imagen más aumentada. Ponen espejos para hacer rebotar la luz varias veces y así tomar la imagen", enseña el académico del Departamento de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.

FASat Charlie, según información de la Fach, puede captar imágenes a una resolución de 1,45 metros en panacromático (blanco y negro). "Eso significa que cada pixel de la imagen equivale a un área de 1,45 metros. Cuando es en colores, se pierde resolución. Por ejemplo, si se ve un auto en blanco y negro, en colores puedes ver una mancha", detalla el doctor de Boston University.

El satélite chile, además, tiene un ancho de barrido de 10,15 kilómetros. Diaz explica que el ancho de barrido corresponde al tamaño de la imagen. O sea, puede captar un área de 10,15 kilómetros y a cada pixel de la imagen, hacerle un zoom de 1,45 metros en blanco y negro.

Los colores que tiene el satélite, cuenta Díaz, son azul, rojo y dos rangos de verdes. "Tiene dos verdes porque los humanos estamos muy acostumbrados al verde, nuestras imagenes, las que vemos, tienen mucho verde. Por evolución, nos gusta ver el verde. La gracia de tener más verde, es que mientras más verdosa sea la imagen, nos cuesta menos distinguir", revela.

Los sensores infrarrojos del avión F-16, cuenta, permiten distinguir eficazmente objetos. "El infrarrojo tiene relación con algo que no vemos, pero sí sentimos. Nuestro sensor infrarrjo es la piel, lo que detectamos como color. Nosotros no vemos infrarrojo, tenemos que tocarlo. Cuando pones sonsores que pueden hacer una imagen del calor, es muy útil. Es darle forma al color. Hace que las cosas con más calor y más frías sobresalgan en una imagen", destaca.

Otra cualidad del sistema infrarrojo del F-16 es que permite detectar el calor de los motores o la fricción aerodinámica en la superficie del fuselaje.

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