El encuentro, en modo homenaje, fue organizado por la Corfuch (Corporación de Fútbol Profesional de Universidad de Chile). El técnico César Vaccia, quien lo hizo debutar en la U y también en la Roja, en 1999 y 2002, respectivamente, fue uno de los asistentes.
"En La Corfuch están los dirigentes antiguos, que estaban a cargo cuando Johnny llegó a la U. También fueron los jugadores de su categoría en las juveniles, yo como entrenador y algunos hinchas de la U y ex jugadores (como Sergio Navarro y Roberto Reynero)", cuenta el entrenador.
La cena fue en el restaurante Divertimento, en el Parque Metropolitano. Herrera compartió una mesa junto a canteranos de su generación, como Waldo Ponce, John Valladares, Renzo Yáñez, Jorge Guzmán, Klaus Lund, Nelson San Martín, entre otros. "Eran los chicos de su edad, que compartieron una gira a Europa y varios vivieron juntos. Con ellos compartió siempre, son sus amigos del alma", recuerda Vaccia.
La cena partió a las 21 horas y terminó a la medianoche. "Se alargó con los discursos, todo el mundo quería tomarse fotos con él y decir algo. No nos dimos ni cuenta cómo pasó la hora", comenta Vaccia.
En medio del encuentro a Johnny le mostraron un video con sus mejores momentos en el equipo. "Johnny, Johnny querido, Los de Abajo jamás te olvidarán", le gritaron los hinchas. "Esta casa nunca reniega de sus hijos. Johnny Herrera siempre te vamos a llevar en el corazón", comentó Raúl Farfán, presidente de la Corfuch en la cena. "Estuvo bonito. Después Johnny habló en forma espontánea, se refirió a sus compañeros, ex dirigentes y se refirió a mí, que lo recibí en el club y lo hice debutar. Hay un cariño especial. De hecho, yo era el único entrenador en la cena", agrega Vaccia.
En varios momentos, Johnny pudo dialogar con los asistentes, responder preguntas de los hinchas y al final de la noche, agradeció profundamente el gesto. "Sinceramente gracias por esta comida. Son momentos imborrables en la vida, yo soy más de esto, más familiar, más chiquitito, de la gente que te conoce de verdad, quizás no tan amplio ni tan populista. Compartir una cena con mis ex compañeros de tan chico, recordar anécdotas, son cosas impagables. Gracias por tanto cariño a la barra. Uno muchas veces no dimensiona a quién puede llegar, a la cantidad de gente que puede llegar. En estos días me llegaron videos de niñitos llorando, de señoras enojadas con sus maridos, de personas devolviendo las tarjetas de abono, cartas, homenajes de esos chiquitos, pero que calan hondo", dijo el portero.
"Johnny se merecía algo así porque llegó a los 13 años al club", asegura Vaccia. "La idea de Johnny era retirarse en el club y no tuvo esa posibilidad y él se quedó con esa pena", comenta el DT.
-¿A Johnny le faltaba algo así en este momento ingrato?
-Sí, yo creo que los seres humanos nos movemos a través de las emociones. A mí me dio la sensación que sí, que necesitaba la cercanía y el abrazo de la gente que realmente lo quiere y lo ha querido siempre. Por eso estábamos los que estábamos, los que teníamos que estar. La vida continúa. Esto es una etapa. Podrá tener otra camiseta, pero si uno le ve el corazón se dará cuenta que tiene la camiseta azul impregnada en la piel.
"Son momentos imborrables en la vida, yo soy más de esto, más familiar, más chiquitito"