La grave crisis sanitaria que está
viviendo Osorno, ciudad que
desde el jueves pasado está sin
agua potable, tiene fecha de término. Así al menos lo aseguró la
empresa Essal, que se comprometió
a tener su planta operativa este
martes, para así concretar a distribución a los hogares al día siguiente. "Este miércoles 17 de julio se realizará la restitución progresiva del
servicio a la población", informó la
compañía a través de un comunicado. "A haber realizado una profunda recuperación de la planta de
Caipulli -prosigue la declaración- es
necesario programar una marcha
blanca de ciertas horas, para que así
se garantice que el agua que le
legará a nuestros clientes sea de
calidad. Es decir, este martes se pondrá la planta en operación y el
miércoles llegará el agua a las
casas".
Este lunes se terminaron de rellenar
los estanques con a última capa de
arena que permitirá filtrar el agua.
Se trata de 75 metros cúbicos de
antracita. "Es un proceso normal de
tratamiento. La antracita es un
mineral que tiene alto contenido en
carbono. Eso es beneficioso porque
el carbono tiene mucho material
poroso y en esos poros quedan
atrapadas las partículas que trae el
agua, porque se trata de aguas superficiales que llevan lo que traen
las lluvias, hay arrastre de terreno y
turbiedad. Con este proceso e agua
sale mucho más limpia", explica la
ingeniera química Reydoret Umaña,
jefa del área química del Laboratorio de Alimentos y Aguas de la
Universidad Austral.
¿Y qué pasa con el mal rato que
están viviendo los osorninos?
El
ministro de Economía, Juan Andrés
Fontaine, y el director del Sernac,
Lucas del Villar, informaron que
oficiarán a Essal para que compense
a los 200 mil usuarios por el corte de agua.
"La ley es clara: establece que no
puede cobrarse en absoluto en el
periodo de interrupción del servicio", dijo Fontaine.
El secretario de Estado agregó que
la ley de protección a consumidor,
en su artículo 25 A, también establece que "el corte injustificado
debe dar lugar a un ajuste o descuento automático de la cuenta del
periodo siguiente, equivalente a 10
veces la facturación diaria por cada
día de interrupción".
El ministro fue más explícito. "Como estamos hablando de una interrupción de servicio de alrededor de
cuatro días, eso significa que el
descuento ha de significar unos 40
días de facturación diaria, vale
decir, más de una cuenta mensual",
dijo.
En caso de otros daños adicionales,
el Sernac buscará un acuerdo voluntario entre perjudicados y Essal y,
además, el ministerio velará por las
micro y pequeñas empresas afectadas. Dijo que si la sanitaria no colabora, "deberá responder ante los
tribunales".