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Científicas de Chile recorren el ártico para estudiar  aves del Polo Norte

Tres investigadoras del Instituto Milenio Biodiversidad de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos recorren estos días el otro extremo de la Tierra: el Círculo Polar Ártico. "Primero llegamos a Islandia. Nos encontramos con colaboradores y recorrimos algunas áreas para ver las aves que estamos trabajando. Después subimos al barco y navegamos en dirección a la costa este de Groenlandia", cuenta Juliana Vianna, doctora en ciencias biológicas y líder del grupo.

A bordo del Le Commandant Charcot, el único rompehielos de lujo impulsado por gas natural líquido del mundo, el equipo comenzó la Expedición "Ártico l" por las costas de la isla que pertenece a Dinamarca y que tiene 2.166 millones de kilómetros cuadrados.

'Empezamos a subir lentamente, parando en diferentes islas y localidades. Paramos hasta en una comunidad inuit", cuenta. Este nombre, que significa "la gente", alude a los distintos pueblos que habitan en las regiones árticas de América del Norte.

Al sur de Ittoqqortoormiit, la ciudad más aislada de Groenlandia, el barco recorrió los fiordos conocidos por los icebergs por donde deambulan los osos polares. Todo en busca de sitios de nidificación de aves. "Muestrear estas áreas es de gran importancia, principalmente porque estudiamos regiones polares ya desde hace muchos años y es muy importante evaluar las adaptaciones de las aves a regiones como la Antártica y el Ártico", explica la investigadora. Una de las aves que estudia "Ártico l" es la escúa, que se caracteriza por su gran tamaño y agresividad. "Son cuatro especies de escúas aquí en el Ártico y tres en la región antártica y austral. Ambos grupos tienen una relación evolutiva importante. Hay una hipótesis de que las escúas del Hemisferio Sur surgieron a partir de una de las especies del Hemisferio Norte", cuenta.

El grupo también estudia aves que pertenecen a la Familia Alcidae, muy abundantes en el Ártico, como los frailecillos y las alcas. "Las alcas son aves marinas similares a los pingüinos del Polo Sur. Incluso había una especie de alca que es no voladora y que infelizmente se extinguió por la caza", dice.

No hay alcas en la Antártica y no hay pingüinos en el Ártico. "No son grupos relacionados evolutivamente, pero ambos se adaptaron de forma independiente a los polos. En esa adaptación, en ambos lugares, se generó una especie de ave no voladora. Es súper interesante lo que llamamos convergencia evolutiva", explica.

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