Desde un aparthotel en Viena, Austria, Natalia Muñoz cuenta que desde que era chica sabía que el sueño de su papá era conocer Europa. Por eso, tras jubilarse el 2019, Antonio Muñoz Lara, o Toño como lo conocen en Valparaíso, comenzó a ahorrar para ir de viaje con su señora y su hija. Una vez superada la pandemia, este eléctrico de 76 años investigó todos los destinos, contrató una agencia de viajes y pagó por un seguro.
"Estaba muy motivado. A él le encanta la historia, sobre todo la de los países de Europa del Este", dice Natalia.
El viaje partió el 6 de abril y el itinerario era Inglaterra, Francia, Holanda, Bélgica, Alemania, Hungría, República Checa, Austria y por último, Italia. En total eran 25 días. Si bien estaban un poco cansados, todo iba perfecto, hasta que el 22 de abril llegaron a Viena.
"Al día siguiente hicimos el city tour y nos dieron la tarde libre para que nosotros recorriéramos. De vuelta al hotel bajamos a una estación de metro para comprar los tickets del tranvía. Cuando íbamos subiendo la escalera mecánica para ir al paradero en la superficie fue el accidente. No sabemos si al intentar correrse hacia el lado derecho de la escalera mi papá perdió el equilibrio o si el chico que venía atrás lo pasó a llevar. Lo único que recuerdo es que mi papá trató de tomarme la mano izquierda y no alcanzó. Se cayó de espalda con la cabeza hacia la parte baja de la escala y los pies hacia la superficie. Cayó 100% estirado en la escala mecánica. El golpe fue tan brusco que yo pensé que se había quebrado la espalda. Quedó estirado, con los ojos abiertos, pero no se movía", relata su hija.
A los minutos una ambulancia llevó a Toño al hospital. "Cuando llegamos a verlo estaba sentado en la camilla y me empezó a dar las instrucciones para llamar al seguro, al guía turístico, etcétera, pero todo muy lento y pausado. Quedó hospitalizado esa noche. Pensamos que dentro de todo estaba bien, pero cuando fuimos al día siguiente nos avisaron que lo habían trasladado a otro hospital, porque durante la noche el hematoma había crecido y le estaba haciendo mucha presión en el cerebro. Tuvo un hematoma subdural agudo que le desplazó la médula espinal y le generó una hidrocefalia y un sangramiento dentro del cerebro.
Lo operaron de urgencia dos veces. Estuvo en coma inducido por una semana y media. Le pusieron una traqueostom[a porque tras tantos días acostado sus músculos perdieron fuerza y no es capaz ni de sostener su lengua", se emociona Natalia, quien junto a su mamá María Eugenia viven hace dos meses en un apart hotel a trece cuadras del hospital de Viena. Recientemente, Natalia pudo retomar su trabajo de forma remota y se turna con su mamá para visitar a Antonio.
¿Cómo está su papá actualmente?
"El 16 de mayo salió de la UCI e iba bien encaminado. Estaba moviendo ya el lado izquierdo, porque el derecho no lo mueve. Teníamos pensado viajar de regreso el 6 de junio, porque estaba más estable, pero el 2 empezó con convulsiones. Se le desarrolló otra hidrocefalia. Ahora pasa el 90% del tiempo durmiendo".
¿Cuando está despierto se pueden comunicar?
"Yo le digo que mueva los brazos, las piernas y él empieza a moverlas. Como que intentaba hablar, pero sólo mueve un poco la cabeza, no habla. Los médicos nos dijeron que necesita una cirugía para ponerle una válvula que le permita drenar el líquido, pero recomiendan que sea en Chile".
¿Y puede viajar ahora?
"Podría tras una punción lumbar y siempre que sea en una camilla y con escolta médica. Por eso lanzamos una campaña, la Toñotón (Instagram @natalia_mond), para recaudar 70 millones de pesos, porque viajar en camilla implica que tenemos que comprar once asientos más de avión desde Viena a Paris y otros 11 más desde París a Chile".
A eso se suma el costo de la hospitalización.
"Acá un día de hospitalización cuesta 1.208 euros. Mi papá ya lleva 62 días hospitalizado. El seguro de viaje calculamos que cubre unos 48 días. Es un buen seguiro, pero esto se escapa" Y hay que sumarle el hospedaje.
"Sí, eso es aparte. Pero la campaña está enfocada solo en costear la hospitalización que falta y el traslado de mi papá lo antes posible. Nosotros hemos agotado todas las instancias. Al estar acá se nos dificulta, por ejemplo, vender el auto. En Chile ya tenemos el contacto con un neurocirujano en Valparaíso que lo va a operar apenas llegue. Allá mi papá tiene acceso a ayuda médica por la empresa en donde él jubiló".
¿Cuándo cree que podrían viajar?
"Tengo todas las esperanzas de viajar antes del 6 de julio. Con mi mamá se nos está haciendo cada vez más difícil la estadía, acá viene la temporada de verano y ya no queda hospedaje. El idioma tampoco ayuda".
Su papá planificó todo el viaje como corresponde.
"Sí, algo que lo caracteriza es ser súper metódico, cauteloso, tenía todo muy planificado. Lo que pasó fue fortuito, se escapa de nuestras manos".
¿Cómo están ustedes con su mamá?
"Hemos pasado por todas las etapas: incertidumbre, rabia, enojo, ahora ya estamos aceptando la situación y echándole para adelante. Mi papá está dando la pelea. Le digo que llegamos los tres y nos vamos a ir los tres. Y de repente él me mira y como que se le llenan los ojos de lágrimas. Hasta ahora no tenemos idea si quedó con alguna secuela neurológica o de movimiento, pero está con nosotros. Acá lo han tratado muy bien, pero no vemos la hora de volver a Chile".