Todavía con alguna molestia en el hombro izquierdo y después de un viaje eterno desde México, vía Estados Unidos (San Diego, Houston, Bogotá, Santiago), regresó a Chile el piloto de rally Rodrigo Arriagada (Can-Am).
Kid y su navegante Ignacio Moreno participaron en la Score Baja 500, competencia de 800 kilómetros aproximadamente, en Baja California, donde casi pierden la vida, de no ser por una reacción oportuna y los implementos de seguridad de su UTV.
"En estas carreras, durante la semana previa, haces el recorido y marcas la ruta, en otro buggy, para confirmar que está todo bien. Ese día, había terminado mi ruta, voy saliendo a un camino vecinal y me estaban esperando en el trailer para volver a la ciudad. No alcancé a andar 500 metros, había una curva ciega y venía en dirección contraria un trophy truck que no me vio, porque es una camioneta muy grande y yo venía por su punto ciego. Mi reacción fue tirarme fuera de la pista, a mi derecha, así que dio directo en mi lado y arrancó la parte frontal y lateral del buggy. Lo destruyó entero. La cruz de la jaula me salvó, absorbió el impacto. Íbamos completamente amarrados, con cinturón de cinco puntas y casco. A la hora que no voy con eso, otra cosa contaría. O no contaría", relata Arriagada.
"Los UTV, el mismo vehículo con el cual Francisco "Chaleco" López ha ganado un par de Dakar, se caracterizan justamente por tener una buena habitabilidad en su jaula. No es cómoda ni confortable, pero sí muy segura. Es expuesta, sin ventanas, las puertas son bajas y tiene un sistema de anclaje con el chasis que permite que esté enjaulado, con dos butacas de competencia y cinturones de cinco puntas que hacen que el piloto y el navegante vayan muy bien puestos sobre el vehículo. Me imagino que eso impidió que salieran eyectados", describe Carlos Jimeno, conductor de "Rock & Ruedas", en Radio Futuro.
"Para este tipo de competencias de alto rendimiento, existe un nivel de seguridad extremo y hay dos homologaciones, SCORE y FIA. Ambas son sujetas a diseño estructural y distribución de cargas de impacto, resistencia mecánica, resistencia a la tracción, y a materiales base como cromomolindeno, soldaduras aplicadas bajo un procedimiento WPS y un procedimiento de pintura para visualizar posibles fallas estructurales durante la actividad deportiva", explica el ingeniero Fernando Cepeda, de Pyrotec, empresa dedicada a la fabricación de implementos de seguridad y accesorios para buggy de competencias profesionales.
"La jaula es el escudo protector de un auto de carrera. Va recubriendo toda la parte del techo y la estructura del auto para que cuando un vehículo se da vuelta, el techo no apriete a los que vamos dentro. Es un caño que tiene dureza y peso especial, algo que en los autos de carrera se busca alivianar. La jaula les salvó la vida, pero para que cumpla su función, la tripulación siempre tiene que ir atada a una butaca especial, con arneses especiales de cinco puntas. No sirve de nada tener una jaula si vas desatado, porque el mismo caño de la jaula puede lastimarte", añade Alberto Álvarez, navegante multicampeón de rally.
Pese a la salvada, Kid Arriagada confiesa que después tuvo miedo, incluso durante la carrera misma.
"Apenas salí, estaba con miedo. Dejé que me pasaran mucho y después fui retomando hasta que me volví a meter en el pelotón de los UT V. Por un descuido, le pegué a algo que no debía haberle dado y rompí la transmisión. Ya no estaba en un 100% para correr. Fue una suma de mil cosas", reconoce, porque desde el primer día tuvo problemas: se le perdió la maleta al llegar a México, estuvo un día sin entrenar porque se echó a perder su vehículo, chocó y el mal tiempo hizo que su vuelo de regreso fuera más largo de lo esperado. "Nunca me habían pasado tantas tragedias", confiesa.