"A pesar de no estar juntos, seguimos trabajando y mejorando por nuestra hija. Se viene un año maravilloso", publicóÁlvaro Ramos (30) en redes sociales la noche del 31 de diciembre, en la víspera del Año Nuevo. Su posteo incluía, además, una tierna foto en compañía de, precisamente, su única hija, Martina, y su ex pareja, Antonia Muñoz (26).
"Celebramos en mi departamento en Santiago con nuestra niña y una cena preparada por nosotros mismos. Por ser un día especial dejamos que Martina se quedase un ratito más jugando, para compartir con ella", cuenta Antonia, maquilladora y ex polola del goleador de Iquique.
Álvaro y Antonia se conocieron a través de Instagram en 2017 y se pusieron a pololear prácticamente altiro. Ella incluso acompañó al Chanchito en su aventura en León de México, pero regresaron al país después de un año. "Nuestra hija tiene un año y dos meses y nos cambió la vida completamente. Soy mejor persona gracias a ella, valoro mucho más las cosas pequeñas de la vida. Imagino que a Álvaro le pasa lo mismo", añade su ex pareja.
-¿Se puede saber por qué se separaron, Antonia?
-Llevamos como siete meses separados. Fue porque no teníamos los mismos intereses. Yo no me quería ir a Iquique. Quiero que me hija crezca en Santiago porque, lamentablemente, es donde hay más oportunidades en cuanto a educación y panoramas. Quería otra cosa para nosotras.
-¿Cómo logran mantener la buena onda después de la separación?
-Lo hemos tratado de llevar de la forma más madura posible, separando nuestras diferencias. Es difícil porque siempre existen diferencias, no vamos a decir que no. Pero intentamos poner a Martina por delante siempre, darle lo mejor y tratamos de separar las cosas. Estamos en la misma página en cuanto a nuestra hija.
Los más de 1.450 kilómetros que separan Iquique de Santiago han significado un desafío importante para los ex pololos y ahora compañeros de crianza. "Tenemos un régimen de visitas abierto porque para Álvaro es difícil cumplir con horarios por sus entrenamientos y partidos. Por lo mismo hemos tratado de mantener la buena onda. Él viene a verla cuando puede y yo la llevé a Iquique una vez cuando se le estaba haciendo muy complicado venir. La llama todos los días por videollamada, unas tres o cuatro veces", dice Antonia.
-¿Cómo lo hacen cuando Álvaro viene a Santiago?
-Por ahora se queda en mi departamento. Por ejemplo, si viene tres días, se queda acá en el departamento. Él duerme con nuestra hija y yo en la pieza de visita. Ninguno tiene pareja como para que esta situación sea un inconveniente y espero que, cuando pase, podamos seguir manteniendo la buena onda. Tratamos de llevar la fiesta en paz.
-¿Hacen panoramas los tres juntos también?
-Claro, aunque cuando viene también aprovecho de hacer mis cosas. Él tiene toda mi confianza en cuanto a nuestra hija, sabe sus rutinas, sabe hacer todo, como debe ser. Pero sí, compartimos juntos y esperamos poder mantenerlo a futuro, independiente de nuestras vidas personales.
-¿Cómo es Álvaro como papá?
-Es súper cariñoso, algo muy importante para mí. Es preocupado, atento con las necesidades de Martina. Sé que le cuesta y que sufre mucho por estar lejos de ella, pero todo el sacrificio que está haciendo con su trabajo es por su futuro.