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Las revelaciones de Renato Garín en su libro sobre la Convención

Durante los 12 meses de trabajo de la Convención Constitucional, el abogado independiente Renato Garín llevó un cuaderno a la sede del Congreso en Santiago cada vez que hubo sesiones. Ahí apuntaba cada detalle, escena o diálogo que llamaba su atención. Fueron numerosos los momentos que registró en su libro de 215 páginas y diez capítulos, titulado "El Fracaso: cómo se incendió la Convención", de editorial Catalonia, que saldrá a la venta en los próximos días.

El exconvencional dice que no tituló su obra después del 4 de septiembre, cuando la propuesta de Constitución fue rechazada por el 62% de los votantes en el plebiscito de salida.

Sistema Político cae
"Siempre supe que esto iba a ser un fracaso", afirma. El día que Renato Garín tuvo esa certeza fue el 18 de marzo pasado, cuando en un complejo debate y extensa votación del pleno de la Convención, el exvicepresidente Jaime Bassa dijo que el trabajo de la comisión de Sistema Político (de la que Garín formaba parte) "fracasó" con el diseño que planteaba. La propuesta modificaba el Poder Ejecutivo y Legislativo; incorporaba la figura del vicepresidente, el ministro de gobierno y reemplazaba el Senado por el Consejo o Cámara Territorial. Otros convencionales hablaron de un "Frankenstein". Así lo retrata Garín al reproducir una llamada telefónica que, según el texto, le hizo el entonces convencional Bernardo de la Maza:

"Nos estamos yendo a la cresta, me dice por teléfono Bernardo de la Maza. Escucho su tono angustiado, su preocupación infinita, su desesperanza aprendida. Nada queda del hombre entusiasta de la sala cinco que ofrecía su departamento para avanzar las labores y que no dudaba en bailar reguetón si era necesario para animar procesión.

"¡¿Cómo llegaron a esta propuesta tan mala?! Ustedes, que son la sala de máquinas, cómo cocinaron esto tan incomestible" (escribe literal Garín en referencia a la llamada de Bernardo de la Maza hacia él). Me siento personalmente interpelado. Son casi las cuatro de la tarde y estoy sentado en el jardín. Adentro, discursean y las opiniones se dividen. Algunos consideran que el informe de nuestra comisión es malo, otros dicen que es horrible y una minoría dice que es una vergüenza. Bernardo (De la Maza) y su angustia expresan lo que se vive dentro y lo que sienten las personas con sentido de responsabilidad", escribe Garín en su texto.

Microclima

Cómo iba quedando el texto y las relaciones que se generaban fueron parte de la observación del abogado y escritor: "Cuatro comisiones habían conocido las veleidades del plenario. Un día sí, al otro no. Un inciso, nunca el artículo completo. Y que exista remisión a una ley futura. Así, los artículos aprobados comenzaron a tener una fisonomía parecida, un aire de familia y una redacción prototípica. El Estado se obliga a esto, los ciudadanos tienen derecho a aquello, una ley regulará los detalles. Asimismo, las comisiones se demostraron como espacios de militancia y no de deliberación. (...) Esto demuestra, a su vez, la debilidad ideológica que caracterizó a la Convención. Al no tener marcos conceptuales claros, los colectivos no pudieron nunca ejercer control intelectual sobre sus integrantes. Microclima fue la palabra escogida por los miembros de la comisión cuatro para definir su dinámica interna. Se nos generó un microclima , Hasta cuándo este microclima , El microclima de cada comisión está matando a la Convención fueron frases repetidas hasta el cansancio durante las jornadas previas", dice el libro.

Congresos regionales

De cómo unas comisiones se metían en los temas de otras comisiones también habla en el libro Renato Garín. "Se les ocurrió la lindura de dibujar Congresos regionales, metiendo su mano en el Poder Legislativo. No contentos con esa invasión, proponían crear leyes regionales que solamente rigieran en determinados territorios. Visto así, la propuesta era un camino intermedio entre el Estado unitario y el Estado federal. El modelo unitario, por supuesto, fue guillotinado en las presentaciones de los expertos, académicos y organizaciones (...) El enojo conmigo vino porque alerté al plenario, el día anterior, de que se venía una votación antirreglamentaria".

Transformación

Uno de los análisis del exconvencional Garín en su texto es el cambio en la personalidad que observó en varios de sus compañeros: "Hubo una transformación sicológica en las personas que integraron el espacio. Los que eran tímidos se volvieron avasallantes, los que eran avasallantes se volvieron tímidos, los que eran mayoría se volvieron minoría y al revés. En un año, el espacio hizo cambiar a las personas radicalmente, por la intensidad del fenómeno. La teleconvención es tan intensa que transforma al sujeto que la integra, ser juzgado por el resto, proponer cosas que son malentendidas, en fin. Por ejemplo, Gaspar Domínguez entró siendo un niño muy tímido y terminó siendo un vicepresidente muy avasallante".

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