Magallanes celebró el título de Primera B este miércoles con una fiesta en el bar Liguria. Emilia Pacheco, Valeria Gatti y Fernanda Espinoza se tomaron una selfie para recordar la amistad que las une hace una década: las esposas de César Cortés, Nicolás Núñez y Nicolás Crovetto, respectivamente, festejaron diez años del primer título que vivieron juntas y donde se conocieron, cuando Huachipato se consagró campeón en 2012.
"Esperamos el carrete de celebración todo el año. Sufrimos, lloramos y reímos juntas", dice Fernanda, aún sin voz por tanto festejo.
En 2013, Cortés fichó por Universidad de Chile, pero Núñez y Crovetto siguieron en Huachipato hasta 2015. Sus señoras, Valeria y Fernanda, se hicieron yuntas. "Íbamos al estadio, salíamos a la playa, siempre intentábamos entrenar y no nos resultaba. Íbamos a comer crudos, a tomar café o al mal'", cuenta la esposa de Núñez, quien es kinesióloga de profesión y en 2012 volvió de Italia, después de cursar un magíster en la Universidad de Pisa. "La Vale vivió mi primer embarazo, me ayudaba con los dolores de espalda", recuerda Fernanda, madre de Ignacia (7) y Ettore (un año).
Las tres se conocieron, según recuerdan, el mismo día que Huachipato salió campeón en diciembre de 2012. "La Feña y yo éramos como nuevas y la Emi nos presentó al resto de las señoras", comenta Valeria. A Emilia la conoció un año antes, para el 14 de febrero de 2011, en un almuerzo con sus parejas: Nicolás Núñez y César Cortés son amigos desde los 13 años y, a estas alturas, ya son como familia, aseguran.
En 2015, Crovetto se fue a Italia y Núñez fichó en San Marcos de Arica. Hasta que este año coincidieron las tres familias y Núñez ahora era el jefe. "Antes nos llamaba la atención el nervio de las señoras de los entrenadores, que llevaban sus santitos y rezaban. Y ahora nos reíamos porque la Vale estaba en la misma", confiesa Fernanda.
Las amigas se sentaban siempre juntas en el estadio Municipal de San Bernardo y las conversaciones ahora eran en torno a los hijos. "Nos reímos porque claro hace diez años no teníamos hijos, éramos jóvenes, podíamos salir a celebrar sin problemas. Ahora es como: ¿con quién dejo a los niños? ", relata Emilia, que tiene a Lucía (6) y espera a Sofía.
"Es como si no hubiera pasado el tiempo, las tres somos bien livianas, no nos enrollamos. Y nuestros hijos se adoran", añade Valeria, quien es madre de Emma (3). Con Fernanda habla de todo menos de fútbol y con Emilia se desahogaban por la tensión del torneo.
En las últimas vacaciones, la familia Núñez-Gatti y Cortés- Pacheco fueron a Cancún. Allí tuvieron un brindis muy especial, con un licor verde, amarillo y rojo al que llamaron Bob Marley. "Dijimos: vamos a brindar porque se repita la hazaña de hace diez años y que este 2022 volvamos a ser campeones. Y se cumplió", recuerda Emilia, periodista española y oriunda de Ibiza, quien pronto regresará a España.
Fernanda añadió una cábala cuando Cobreloa le pisaba los talones a Magallanes: comer alchachofa todos los días que jugara el equipo. "No había comido en todo el año y justo ganamos. Repetí la cábala hasta el final", asegura. "Yo le decía: ya, tenís que comer alcachofa hoy día", confirma, entre risas, Valeria, la más nerviosa este año.