Romina Zalazar vio en la pandemia y el encierro una oportunidad para reinventarse y emprender en el área que se especializa: prestar servicios jurídicos para deudores y pymes en quiebra. Desde abril, la militante de Renovación Nacional se instala todos los días a las 9 de la mañana en su computador para ingresar escritos, demandas y solicitudes en el Poder Judicial. Luego se pone en contacto con los clientes de su empresa jurídica Libre de Juicios.
Romina juró como abogada en el 2017, tras dejar su trabajo como modelo televisiva. Luego, sacó un postgrado en Derecho Laboral en la Universidad de Los Andes y, un año después, ingresó como asesora jurídica en el departamento de Seguridad de la Municipalidad de Santiago. En enero de 2019 se aventuró en el servicio público como asesora de género en el ministerio de Agricultura, cargo que dejó este año.
Aunque está recién partiendo, Zalazar asegura que "nos gustaría expandirnos a otras áreas, como divorcios o temas relacionados con tribunales de familia. Por eso le puse Libre de Juicios, ya que es un nombre abierto y nos permite crecer".
"Soy como una garantía de buen servicio"
Mientras hacía su práctica profesional, Romina Zalazar estuvo a cargo de la atención al cliente de la empresa jurídica Defensa Deudores, lo que le sirvió como experiencia previa para crear Libre de Juicios."Es una empresa que formé con dos socios que son especialistas en quiebras y deudas, con más de 15 años de experiencia, con los que buscamos ayudar a las personas y empresas con sus problemas de liquidez, especialmente enfocados a la ley de Insolvencia y reemprendimientos y en todo lo que es cobranza judicial", explica ella.
-¿Qué consejos le daría a las personas en quiebra?
-Lo mismo que les digo a los clientes cuando tenemos la reunión inicial. Primero, reconocer la crisis que existe, aceptando el problema para dar el siguiente paso. Lo segundo es que nos ordenemos, o sea, armar un presupuesto donde tengamos los ingresos y los gastos. Lo tercero es analizar las prioridades y necesidades, para que se enfoquen los gastos y no se compre de manera innecesaria. En cuarto lugar hay que ver los planes que uno tiene a futuro. El procedimiento es relativamente corto y, eventualmente, podrán resurgir, entonces hay que aprovechar de aprender de los errores para volver a empezar.
-¿Cuál es su rol en este emprendimiento profesional?
-En general nos repartimos la pega en partes iguales, pero a mí me toca más el lado comercial y la parte inicial, como entrevistar a los clientes y hacer el seguimiento de los casos. Mucha gente llega a nosotros porque ha escuchado de mí y yo siempre les digo a los clientes que la mejor garantía que tienen soy yo, porque no voy a arriesgar mi imagen ofreciendo un servicio malo como otras empresas de este tipo.
La abogada asegura que "de todo lo que he hecho, esta no es mi faceta favorita, porque me encantó el servicio público. Pero estoy muy motivada con tener algo propio". Hace año y medio aproximadamente firmó su militancia en Renovación Nacional frente a Mario Desbordes (entonces presidente del partido), durante el consejo general de la tienda política, con lo que selló su intención de ingresar a la política.
-¿Se ve participando activamente en política?
-Creo que me falta mucho por aprender de política. Pero no descarto presentar una candidatura en un futuro no tan cercano y formar parte de un proyecto político armado y más grande. Por ahora, eso sí, estoy enfocada en emprender.