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Daniela Colett
Hay personas que nunca en su vida han sabido lo que es sentir, en su propio abdomen, la turgencia de una caluga. Escondido bajo el tejido adiposo, el recto abdominal ofrece múltiples presentaciones en las que inciden varios factores: desde la cantidad de grasa que lo recubre, hasta el grado de hipertrofia que alcance dicha zona.

"Caluga de músculo en portugués se dice tanquinho", adelanta sobre el tema la modelo brasileña Daniela Colett, esposa del futbolista Eduardo Vargas. Ella, de hecho, cuenta que siempre tuvo un vientre plano, pero nunca lo había desarrollado a nivel de musculatura fina. ¿Cómo lo logró?

Tras el nacimiento hace diez meses de su tercera hija, Isabella, hermana de Benjamín y Antonella, Colett se propuso intensificar su acondicionamiento físico de manera integral y con mucha disciplina se dedicó a esculpir la parte baja de su pared abdominal.

"No tenía fuerzas en esa zona y siento que a los seis meses logré los resultados que quería. La verdad es que nunca estuve así, pero creo que puedo lograr más también. Tengo suerte con mi genética, pero lo cierto es que batallo mucho para marcar la zona inferior, porque en la superior se notan bien rápido. Ahora estoy haciendo entrenamiento sólo de abdomen una vez a la semana y eso lo complemento con yoga dos o tres veces a la semana y rutinas específicas de piernas y brazos", añade Daniela desde Monterrey, México, la ciudad donde juega Tigres, el equipo en el que milita Vargas.

Para conseguir su propósito, se puso en contacto con Sandra Jiménez, una personal trainer de Monterrey que de inmediato le armó una rutina y la sumó a una plataforma física denominada B27. Con autorización médica, comenzó a entrenar cuarenta días después del parto y la parte abdominal la trabajó de manera específica cuando Isabella cumplió tres meses.

"Ella llegó a mi gimnasio B27 por recomendación de una de mis alumnas, y desde un inicio estuvimos ambas en la misma sincronía para comenzar el entrenamiento. Las dos somos mamás, yo tengo 51 años, tres hijos ya adultos (Ricardo de 29, Sandra de 27 y Marcelo de 23) y ella con dos chiquitines y uno más que venía en camino. Así que juntas comenzamos su entrenamiento durante su último embarazo", cuenta su entrenadora.

Cuando le toca entrenar esa zona, Colett realiza al menos ocho ejercicios clásicos que van desde abdominales cortos y largos, con la máquina crunch (se flexiona con la ayuda de los brazos) y con la rueda abdominal.

"Es una gran motivadora y me regaña. Si quiero hacer menos repeticiones, ella no me deja, pero no es un sacrificio. Me divierto y ahora entreno súper pesado. Ahora voy al gimnasio, porque con el coronavirus acá se están organizando por bloques y entreno sola en un área", destaca Daniela, quien sorprendió en su cuenta de Instagram con la fotografía que ilustra esta nota y que, efectivamente, muestra una serie de seis cuadritos en su abdomen. "Todo esto lo complemento con ayuno de 16 horas dos veces a la semana, desde las 17 horas hasta las 9 de la maña del otro día. Tiene muchos beneficios y siento que renuevo mi cuerpo", agrega.

Para César Kalazich, deportólogo de la Clínica Meds, que alguien tenga seis u ocho calugas responde, simplemente, "a una predisposición genética".

"El músculo recto abdominal está separado por bandas fibrosas que se conocen como metámeras, que los dividen para la flexión del tronco, que pueden ser seis u ocho y que se cruzan con la llamada línea alba, que es la línea vertical que se encuentra en el centro", explica.

-¿Por qué se notan más los abdominales superiores que los inferiores generalmente?
-Tiene que ver con el tejido adiposo que se forma en el tejido subcutáneo que está por encima de los músculos. En la medida en que hay menor porcentaje de grasa se nota más. Las mujeres en general tienen más tejido graso en esa zona y les cuesta más. Hay ejercicios localizados en oblicuos y en el transverso, pero el ejercicio de cuerpo entero es el que ayuda a eliminar la grasa en total.
Daniela Colett

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