"¿Por qué decidiste no dar pecho?", le consultaron.
"Lo pasé fatal con mi hija (Alessandra). Siempre quedaba con hambre. No sé, mil cosas. Fue pasar al biberón y todo perfecto. Quizás mi leche no era buena o qué sé yo, pero fue una malísima experiencia y esta vez no quise intentarlo. Fin del tema de la lactancia. Cada una es libre de dar lo que crea oportuno a su hijo", respondió la periodista española.
La contrapregunta cayó de cajón: "¿Cómo hiciste para que no bajara la leche?". "En el hospital te dan unas pastillas para que no suba si eliges no dar", explicó Morales.
La mujer del Pitbull evitó aclarar los problemas que tuvo con Alessandra, pero especificó el medicamento que ingirió para cortar la leche: "Se llama pastillas de cabergolina".
"La cabergolina inhibe la producción de prolactina, la hormona encargada de producir la leche materna", explica Loreto Mancilla, matrona de neonatología del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
"Es un medicamento oral, una pastilla. Generalmente se usa entre 0,5 al miligramo cada 12 horas por dos días, después del parto. Se puede comprar en farmacias, con una receta médica y también se suministra directamente en los hospitales", dice.
La consejera en lactancia sostiene que su uso es poco habitual en Chile: "Acá se privilegia el método más natural. Al dejar de amamantar se inhibe la producción de leche, aunque es un proceso más lento. Es un medicamento más recomendado en casos en que las mamás son cardiópatas y deben someterse a una cirugía después del embarazo o mamás con VIH positivo, por ejemplo".
¿Cómo se puede crear apego sin amamantar, Loreto?
Buscar un espacio íntimo donde darle el biberón, ojalá alimentado por la mamá o el papá. En el fondo, satisfacer esa necesidad del recién nacido de contacto con la mamá, con la piel.
El pediatra Miguel Guzmán defiende la opción personal de cada mamá a la hora de amantar. "Hay gente que se desvela por dar leche materna y otros son más pragmáticos: no me sale, listo, le doy fórmula. La leche materna es el mejor alimento, el estándar de oro para los menores de seis meses, pero a parir de los tres o cuatro meses deja de cumplir con ciertas cosas, como el hierro o la vitamina D. Ahí hay que complementar con suplementos. Las leches de fórmula ya vienen fortificadas en ese aspecto", dice el especialista del Hospital Clínico de la U. de Chile.
¿Un bebé corre riesgo al tomar solo leche de fórmula, doctor?
Son pocos los riesgos, salvo que sea prematuro. Ahí podría tener riesgo en los intestinos. Si le das una buena fórmula y tienes los cuidados habituales, como no exponerlo a las aglomeraciones, al humo del tabaco, estar vacunados, etcétera, logras criar un cabro normal, sano.
¿Qué diferencias hay a nivel de nutrientes entre la leche materna y de fórmula?
La fórmula trata de igualar la leche materna, eso ponen como estándar. Tratan de igualar la concentración en calorías, proteínas, calcio, vitamina D. A nivel técnico, la fórmula cumple con todos los requisitos, pero expone a los niños a la leche de vaca, que no es de nuestra especie.