-->

Escribe y presiona enter

On
Ingenieros explican el problema de los hoyos en el Gran Santiago

Aunque, a estas alturas, los hoyos en las calles del Gran Santiago no sorprenden a nadie, la gran cantidad de nuevos "eventos", aparecidos tras las fuertes lluvias que las últimas semanas han afectado a la capital, tiene a muchos conductores en alerta máxima, sobre todo porque el agua barrosa suele ocultarlos. Ahí es cuando el popular dicho "El golpe avisa" adquiere todo su sentido.

Bien lo sabe Álvaro González, profesor asociado de Ingeniería y Gestión de la Construcción UC, quien conoce en detalle los problemas de nuestras vías. "Uno de los principales problemas que afectan a nuestras calles y autopistas es el presupuestario, ya que tanto el Serviu, como las municipalidades deben gestionar eficientemente los recursos, lo que muchas veces se traduce en falta de mantenimiento y reparaciones superficiales.

En este punto es explícito. "Si queremos contar con mejores vías, debemos abrirnos a incorporar nuevos materiales y métodos de construcción, ya que estamos atrasados respecto a muchos países como Estados Unidos, con el que nos solemos comparar".

También explica que "como toda obra civil", la construcción de pasajes, calles y avenidas debe contar con bases sólidas, las que debido a la calidad del suelo en Santiago, no siempre alcanzan el óptimo.

"La mala preparación del terreno hace que con las lluvias, el agua comience a afectar las capas de material granulado que se pone entre el suelo y el pavimento, por lo que no sirve de mucho reparar sin llegar hasta abajo, ya que, tanto el hormigón como el asfalto, continuarán reflejando la depresión en el terreno", explica el académico. En otras palabras, parchar no es malo, si se hace bien.

Para evitar que el piso se "lave" y se produzcan mini socavones bajo las calles, González destaca que el sistema colector de lluvias es vital. "Entre más tiempo esté el pavimento u hormigón sometido a la humedad, más rápido será su deterioro", cuenta.

A eso se suma lo que dice Leonardo Brescia, académico de la Escuela de Ingeniería de la USACH, quien cuenta que no todos los materiales con que se construyen las calles son igual de resistentes a la lluvia. "Como el asfalto es mucho más barato y rápido de poner, muchas veces es la primera opción, olvidando que requiere mayor mantenimiento, pues es menos resistente", dice.

"El problema, es que tras instalarlo, las mantenciones nunca llegan, lo que se agrava por el tránsito de vehículos pesados, que lentamente lo van agrietando y moliendo, hasta que el hoyo vuelve a aparecer en el mismo lugar", explica.

Click para comentar