"Fue un año intenso, un año muy difícil desde todo punto de vista, tanto en lo profesional como en lo personal", dice Ronald Fuentes. "Por ahí me ilusioné en que continuaría en Unión Española, pero tenía la sospecha, al no clasificar a la Copa Sudamericana, de que no seguiría. Es una lástima porque en mis dos etapas en el club como entrenador del primer equipo estuve con gente muy valiosa. Ahora hay que dar vuelta la página y buscar un nuevo trabajo", agrega.
Después de derribar a dos candidatos para ganar el campeonato, primero Colo Colo y después Cobresal, Fuentes fue notificado esta semana de que no seguirá al mando del conjunto de Santa Laura.
El equipo terminó ganando los últimos dos partidos. Tuvo un inicio pobre, después enrieló el camino pero volvió a tener otra mala racha. ¿Cuáles fueron los motivos de esos vaivenes, Ronald?
"Varios factores y en eso me hago responsable. Pero tuvimos otras dificultades, como por ejemplo la cancha no estuvo buena casi nunca. En un momento entrenamos en Malloco y después en Chicureo. Tuvimos una floja racha en el inicio, con cinco partidos malos, once partidos buenos y después otros nueve que no logramos ganar. Pero en esos nueve partidos hubo varios que no debimos perder o fuimos mejores que el rival. Eso fue un aprendizaje".
¿Cómo cuáles?
"Por ahí me equivoqué de alguna forma al enfrentar esos partidos. Como aprendizaje nos dimos cuenta que hay que optimizar bien los recursos en relación a los jugadores que uno tiene. Hay que aprovechar las capacidades que cada uno de esos jugadores posee y no quedarse solamente con una idea".
¿No cerrarse en una forma solamente?
"Claro. Yo soy muy más de posesión y este año hicimos más transiciones. Ahora si uno pretende jugar de la manera que más le gusta va a depender de los armados de los planteles. Si tengo la opción de conformarlo lo haré en función de lo que me gusta jugar, pero si uno tiene un plantel que ya está armado, como pasa en el 80 por ciento de los equipos y viendo las características de los jugadores, es más difícil. En ese caso hay que adaptarse y sacarle rendimiento. Uno deja de aprender y eso me quedó este año en Unión".
Estuvo bien cascarrabias también. Se agarró bastante este año con los árbitros.
"Tuve inconveniente con los arbitrajes porque sentía que muchas veces a igualdad de foul para un lado los cobraban y para otro no. El VAR siempre me ha generado dudas. Tuve inconvenientes, pero estoy trabajando con un especialista que me ha servido mucho para preocuparme solamente de la cancha. Con los árbitros es una pelea que no voy a ganar y no quiero darla más".
¿Con qué especialista está trabajando?
"Es un amigo y me está ayudando a entender muchas cosas de cómo como funcionan los árbitros. Lo importante es que yo aprenda y no cometa más el error de discutir con ellos y en eso estoy. Es un sociólogo, Marcos Cubillos".
¿Cómo trabaja con él?
"Me hace ejercicios que me indican cómo enfrentar ciertas situaciones y cómo tengo que actuar. Si bien es un amigo, es muy claro en sus consejos. No solamente ha sido un apoyo en lo profesional, sino que también en lo personal. En los momentos malos siempre ha estado. Me ayuda a mantener el equilibrio".
Ya que entramos al área de lo personal, ¿cómo ha sido la vida junto a su hijo Santiago después de la partida de Viviana?
"Estoy fuerte, tengo una red apoyo muy buena para el Santi. Están también mis hijos Trinidad, Diego y Josefina. Siempre recordando lo vivido con la Vivi, pero sabiendo que tenemos una vida sin ella. Aprendiendo a vivir mes a mes, año a año. Ha sido difícil porque era muy apoyadora. Además muy futbolizada. Siempre muy clara. Si me tenía que llamar la atención, lo hacía con mucha claridad. Era muy apañadora, muy tiradora para arriba y siempre muy pendiente de mi trabajo".
¿Qué cree que le habría sugerido este año en Unión?
"No sé si me lo hubiese dicho en estos momentos, pero en esa racha negativa me habría dicho que le diera una vuelta y que tratara de producir algún cambio. En febrero se cumplen ya dos años de su partida".
Habló de la red de apoyo para Santiago. ¿Qué edad tiene?
"Tiene cuatro años y medio. Y en esa red que te comentaba están mis hijos, mi madre, mi hermana, mi hermano, unas tías, unos sobrinos, algunos amigos y también la gente que trabaja en Unión, que siempre andaban tirando buenas vibras. Me sentí muy completo, muy tranquilo y disfrutando cada día en el club".
¿Cómo distribuye su trabajo con Santiago?
"Casi siempre lo voy a buscar al jardín. Y después, si no duermo siesta, jugamos. Le gusta mucha el tema de los Lego, los autitos. No le gusta el fútbol. Yo creo que será cantante o bailarín, le encanta. Es un niño muy lindo. Hemos sabido llevarlo muy bien junto a sus hermanos".
¿Si encuentra pega en provincia, cómo lo hará?
"De alguna forma lo resolveremos, sin duda. Pero hay que trabajar y tengo muchas ganas de hacerlo".