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María Laura Donoso aborda quiebre tras 26 años de matrimonio

Mirando hacia la cordillera desde el living de su casa santiaguina, María Laura Donoso (52) proyecta deseos como si fueran compromisos con ella misma. "A mí me quedan muchos años más por vivir y los que restan quiero pasarlo bien", decreta la comunicadora y modelo, madre de dos hijos (de 33 y 21), inmersa en una etapa personal mediada por el cambio. Hace poco menos de dos años terminó su relación con el empresario Eric Toro, padre de su hija menor, con quien estuvo ligada por más de dos décadas. "No estamos legalmente separados, pero ya no vivimos juntos, no sé mucho de él", reconoce ella.

¿Qué pasó, María Laura?
"Estábamos estirando el chicle hace mucho rato. Entonces, ya que somos dos personas adultas y con hijos grandes dijimos esto ya no da más . Igual fueron 26 años de matrimonio, ene. No sé quién en esta época dura tanto".

Durante el último lustro, la pareja ya había enfrentado una seguidilla de momentos difíciles. En 2018, por ejemplo, ella sufrió un grave accidente automovilístico, meses después, cuando acababa ese año, padeció la muerte de su padre. Al inicio de 2019 se les incendió la casa donde vivían, en octubre siguiente fueron víctimas de un asalto que terminó con Toro acribillado y desde marzo de 2020 pasaron juntos la pandemia.

María Laura, exrostro televisivo de programas como "Lunáticos" (CHV) y "Acoso textual" (Canal 13), toma la palabra: "Fueron cosas dolorosas que pasamos, fuertes, pero la verdad es que no creo que la relación amorosa se rompiera por esas cosas que vivimos".

¿Tenían problemas de convivencia?
"Nunca tuvimos problemas de convivencia, de tener que estar como en un espacio cerrado juntos para nada. Trabajamos por años juntos. Ese no era nuestro problema. El problema es que ya con el tiempo, y para ser franca, después de 26 años como que no tienes gracia para el tipo. Y tú lo mirabas a él y ya te ha contado todos los chistes, ya ha dicho todas las bromas... Pierdes la gracia de una persona con el tiempo. Eso pasaba".

¿Por qué se acabó la relación?
"Yo tenía una pareja que era muy mujeriego. Tenía problemas, se trató con siquiatra y todo y nunca terminó de serlo. Y lo va a ser siempre, pues el que nace chicharra muere cantando. Entonces el tipo tiene problemas con eso y es lo que es. Yo no soy para nada perseguidora de las parejas. Creo que si alguien está contigo, está contigo porque quiere, no porque está obligado. Entonces el hecho de sentir que estás ahí con una pareja que vive haciendo eso y que sigue mintiendo y tratando de hacerlo, no. Una termina agotada".

Difícil.
"Por eso te digo, ya estaba cansada. Ya llegué a un límite que le dije estamos puro tonteando juntos . Se supone que a esta altura, ya después de 26 años de matrimonio, tú estás pensando que te quedas ahí con esta pareja para el resto de la vida, en la vejez... Entonces, si un tipo es así toda su vida, una la va a pasar mal hasta de anciana. Entendí que eso no tenía que ver conmigo, porque eso lo va a hacer con la persona que sea. Entonces ya no más, viejo, fue mucho".

¿Fue tranquilo el quiebre?
"Sí, se podría decir que sí. Tenemos una relación amable".

¿Amable?

"Sí, es que somos adultos. O sea, sería ridículo que con los años que tenemos, yo con 52 y él con 57, estuviéramos discutiendo o llevándonos mal. Decir ay, no te hablo o no me hables . No, yo no tengo ningún rencor. Es como dar vuelta la página y seguir".

¿Dar vuelta la página incluye una nueva pareja?
"Estoy bien así, disfrutando mi momento. Imagínate, estuve 26 años acompañada. Esto es como si hubiera salido de la cárcel. No quiero volver a entrar a la cárcel. Acabo de salir, así que estoy viviendo la libertad plena... Ya no estoy para pasteles. O como dicen las amigas también, el mejor estacionamiento está ocupado siempre. Entonces, cuando hay un gallo que te llama la atención es que ya está casado. Entonces, los que están solteros por algo están solteros".

¿Se siente decepcionada de los hombres en general?
"Absolutamente. Todos los hombres de mi vida me han decepcionado. Empezando por mi padre, con todo el amor del mundo que le tuve y por lo mucho que me doliera su partida. Tuve un matrimonio antes de mi primer hijo y me separé a los cuatro años. Debería haberme separado al mes. Después duré 26 años y también decepcionada. Entonces, por el momento, elijo estar muy bien sola".

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