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Rosemarie Dietz cuenta cómo reconstruyó su relación

Lejos de los eventos y programas de TV, la vida de Rosemarie Dietz (37), recordada participante del programa "Mekano", se encuentra actualmente abocada a su familia. Radicada en Valdivia desde hace años, la también influencer (@rosemariesv) pasa sus días criando a Catalina, la hija de un año cuatro meses que tiene junto al empresario Cristóbal González (47). La llegada de su primogénita, dice, sólo los ha fortalecido como pareja.

"Para nosotros, ha sido algo maravilloso, porque ella llena de alegría la casa, corre para todos, es una niñita muy alegre, muy cariñosa", expresa la madre. "Y nos unió más como pareja, como familia. Ambos nos ocupamos de ella, me siento súper acompañada, podría decir que me gané el Loto con mi marido y mi hija, jajajá. Me siento muy feliz", agrega.

Pero no siempre las cosas estuvieron tan bien. A inicios de 2021, la pareja enfrentó una crisis que rompió la relación después de infidelidad y problemas que venían arrastrando. Estuvieron distanciados y el cariño pendió de un hilo, hasta que a mediados de ese año recomenzaron.

Rosemarie recuerda: "La vida sigue y yo lo perdoné. Primero hay que saber perdonar. Yo lo perdoné con todo mi corazón. Obviamente, una (falta) nomás, poh. Dos, no hay chance".

¿Cómo vivió ese proceso, cómo perdonó?
"Yo sabía que él era una persona buena, sabía que era un hombre trabajador... Entonces yo dije pucha, no voy a perder esa oportunidad de ser feliz con un hombre que es responsable, que es un hombre bueno . Tampoco lo voy a tirar a la chuña a nadie, porque era mío, era para mí. Yo creo en el amor y siempre voy a creer, porque Dios es amor. Entonces, ¿por qué no intentarlo? Las personas nos equivocamos. Lamentablemente, de alguna u otra manera, nos equivocamos".

Se dio otra oportunidad.

"Siempre es bueno dar una segunda oportunidad y crecer con esa persona, si es que hay amor. Porque si no hay amor, no pasa nada. En el minuto en que yo decidí perdonarlo, realmente estuve segura de que quería una vida con él. Y si iba a estar con él, no iba a seguir dándole a la cuestión, de que tú hiciste esto, que yo hice esto otro. De hecho, nunca más tocamos el tema. Me di cuenta de que hay cosas más importantes".

"Ambos pusimos de nuestra parte, ambos cedimos y conversamos, la verdad es que somos una pareja que se lleva bien, eso es lo fundamental", interviene Cristóbal sobre la reconciliación y el nuevo tiempo con Rosemarie. "Creo que tener compatibilidad de caracteres, a pesar de ser muy distintos, nos atrajo nuevamente y nos volvimos a encontrar", expresa.

Rosemarie asegura que para reencontrarse con Cristóbal fue fundamental "aprender a soltar". "Si tú vives con miedo en la vida y vives pensando que tu pareja te va a volver a engañar o algo así, eso no es vida. O sea, no podrías seguir, no podrías avanzar con esa persona. En ese caso, sería mejor soltarlo, buscarse a otro y chao nomás. Yo solté y vivo feliz", establece.

¿Y la confianza, Rosemarie?

"Yo tengo una vida feliz, también con mi pareja. Y él sabrá lo que hace. Si el día de mañana me vuelve a engañar, chao. Él va a saber la mujer que va a perder y la familia que va a perder... y si el día de mañana, te llega a defraudar de nuevo, pucha, qué lástima. No fue nomás, pero al menos lo intentamos. Al menos una se la jugó sin miedo, sin temor".

"Para mí, Rose y Catalina son mi razón de existir en este momento, son mis pilares", retoma Cristóbal, hombre enamorado quien sostiene que las relaciones "tienen efecto serrucho, a veces tú estás arriba, otras veces abajo, siempre van a haber discusiones y complicaciones". "No existen las relaciones perfectas, eso es mentira, no es de este planeta. Hay desgaste, problemas... pero nosotros tratamos de reinventarnos. Nos perdonamos y somos partners", asegura él.

"Hoy estamos súper bien junto a nuestra hija", aborda Rosemarie, describiéndose como "tranquila y confiada". "Nos queremos y tratamos de hacer lo mejor. Aquí ya no hay cosas raras. Ya no estamos para eso", finaliza.

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