Al borde de las lágrimas, con el corazón en la mano y con su gran nuevo amor, Juan, en los brazos, el nuevo campeón del Chile Open, Nicolás Jarry, festejó en medio de atronadores aplausos su triunfo, con el público nacional entregado y apreciando el renacimiento del tenista. Venció por 6/7 (5), 7/6 (5) y 6/2 al argentino Tomás Etcheverry y alzó su segundo título ATP.
Once fueron los meses en que estuvo fuera del circuito por dopaje, pero el 15 de noviembre de 2020 terminó su suplicio y retornó sin ranking al circuito AT P. Desde ahí, todo ha sido garra, corazón y esfuerzo, teniendo que soportar las malas y las más malas, hasta que, por fin, vio las buenas.
Las últimas dos semanas del tenista, de 27 años, sirvieron para demostrar su verdadero nivel, aquel que le costó casi tres años retomar. Llegó a semifinales del ATP 500 de Río de Janeiro (perdió con Carlos Alcaraz, actual número 2 del mundo) y salió campeón del ATP 250 de Santiago. La felicidad y la calma le inundaron el rostro y su esposa, Laura Urruticoechea, lo premió, tras culminar el partido, con un beso y un abrazo, al tiempo que le pasaba a su hijo Juan, de 11 meses.
La cancha central del estadio San Carlos de Apoquindo se rindió a sus pies y las cámaras no dejaron de enfocarlo en ningún momento. Jarry se sentó en el banquillo de descanso con su retoño en brazos para juguetear y regalonear en la imagen más tierna de la noche.
La señal oficial esperó al campeón para la entrevista internacional, donde el protagonista fue el pequeño Juan, que vio al micrófono como el mejor juguete y no paró de morderlo y mirarlo, mientras su papá trataba de hablar.
"Estas dos semanas han sido maravillosas (se ríe porque Juan no soltaba el micrófono). Sin duda alguna, fue un partido difícil, pero Etcheverry bajó un poco el nivel en el tercer set. Los dos primeros fueron increíbles y ganar el tie break fue importante emocionalmente", declaró Nicolás, mientras Juanito no paraba de robarse la película.
Más adelante, un poco más relajado y ya con Juan en los brazos de su madre, la primera raqueta nacional y, desde este lunes, 52 del ranking ATP, continuó su discurso.
"Buenas noches a todos. Felicito a Tomy y a todo el equipo, fue una muy buena semana. Estaba muy nervioso por el partido, está jugando increíble. Felicitaciones, sigan metiéndole, que será la primera final de muchas", dijo.
"Agradezco también a mi equipo, a Juan que está conmigo acá y a los otros que me ven desde la tele, un equipo grande y unido. A mi señora, por supuesto, que está en todas bancándome y ayudándome. Agradezco a toda la familia, sé lo difícil que es esto, llevan muchos años, desde challengers . Llevan unos siete años creando torneos para todos los chilenos. Cristian (Garin) ya aprovechó y ganó esto y ahora lo aprovecho yo y no lo puedo creer", añadió.
Ya en sus últimas palabras, con un nudo tremendo en la garganta y una felicidad que se le salía por los poros, culminó con que "han sido dos semanas increíbles, no puedo estar más contento, por ellos y por toda la ayuda que hacen por el tenis nacional".