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Martina Weil

Tapada hasta las orejas, con varias capas y calcetines largos, Martina Weil está empezando la temporada en Bélgica. En pleno invierno europeo, la atleta chilena se sorprendió con un resultado estupendo en una carrera que no estaba segura de competir: este domingo ganó los 200 metros planos bajo techo en el torneo Indoor Flemish Championship, en Gante, y batió el récord chileno con 23,91 segundos, superando la plusmarca de Isidora Jiménez (23,92 en Sabadell, España, 2019).

Post competencia la joven llegó a su casa y se metió un rato en su sauna infrarrojo modelo HigherDose, una especie de saco de dormir para la recuperación. Y en su diario de entrenamiento, donde anota todas sus sensaciones, Martina puso tres signos de exclamación. "¡Es que no tenía explicación! Yo soy corredora de 400 metros, pero fue una muy grata sorpresa y en la primera carrera del año. Yo ni siquiera quería correr el fin de semana, pero mi entrenador me dijo: Martina, corramos, porque la próxima semana vamos a empezar con más velocidad y es más entretenido hacerlo compitiendo", afirma la atleta de 23 años, récord de Chile en 400 metros (51 segundos en 2022).

Martina, que se prepara con vistas a Santiago 2023, vive en Bruselas desde 2021, luego de su partida de Tennessee. Entrena hace un año en un equipo top a cargo de Jacques Borlée, una leyenda de la velocidad en ese país y subcampeón de Europa en 1983. "Mi entrenador es bacán, estoy feliz de mi relación con él y es divertido cómo nos comunicamos porque mi francés es inexistente y su inglés no es tan bueno", cuenta la joven, hija de la ex atleta Ximena Restrepo, bronce en 400 metros en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, y Gert Weil, doble campeón panamericano en lanzamiento de bala.

Acaba de volver a Europa luego de tres meses entrenando en el sol capitalino con su pololo belga, Jonathan Sacoor, campeón mundial Sub 20. En medio del frío entrena en pista bajo techo en el centro Blocry, en Louvain-la-Neuve. Tiene puros compañeros de nivel: Camille Laus, seleccionada belga que pertenece a la 4x400 de ese país (Belgian Cheetahs), tres atletas olímpicos de los Belgian Tornados, expertos en posta 4x400 y oro en el Mundial Indoor 2022 (Kevin y Dylan Borlée, hijos de su entrenador, y su pololo), y Tuur Bras y Nina Hespel, corredores de 400 metros vallas. "La competencia acá es fuertísima, tengo que darlo todo, siempre me sacan a correr en los torneos", detalla la recordwoman chilena, que está estudiando International Business Economics en la Universidad Libre de Bruselas ("me lo estoy tomando más light, enfocada en el deporte").

-¿Y cómo es su vida en Bélgica?
-En Bélgica vivo concentrada, me acuesto mucho más temprano, a las IO y media ya estoy metida en la cama. Entreno en las mañanas, luego vuelvo al departamento a almorzar, lavar ropa, ordenar, leer un rato, hacer alguna rutina de recuperación y a dormir. Ah, y estudiar si estamos en época de universidad. En Chile tengo más distracciones con mi familia y amigas, jajajá.

Su entrenador es optometrista certificado y Martina dice que tiene mente de científico. "Las correcciones más locas que me ha hecho han sido la manera en la que hay que mirar la pista cuando uno toma la curva en el 400, que los ojos tienen que estar posicionados en la parte final de la curva, no mirando la pista", cuenta Martina.

Este lunes le tocaba hacer pesas en el gimnasio, las que realiza dos veces por semana por unas tres horas. "Yo soy mala para el levantamiento de pesas, me cuesta. Pero las pesas son una parte esencial del desarrollo de las fibras rápidas, para generar fuerza y potencia para la velocidad", explica.

-¿En qué se enfoca su entrenamiento?
-El entrenamiento de un corredor de 400 metros es muy estándar. Lo que más ha cambiado es que ahora hago pesas mucho más explosivas, sesiones más largas con ejercicios muy específicos, eso es algo que Jacques hace muy bien. Hacemos muchos levantamientos olímpicos, como arranque o cargada, y otros como sentadillas o saltos con peso para complementar y fortalecer. Mi entrenador se fija en todos los detalles. De repente me dice: ese mini músculo que ayuda al elevador de cadera derecho te cuesta, entonces hay que fortalecer ese músculo y son unos ejercicios que me tiene de cabeza, parada en una pata, con una mano agarrada en un elástico, con otra mano agarrada a la pared. A veces me siento en el circo, jajajá, pero eso hace que los entrenamientos sean entretenidos.
Martina Weil

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