La mañana de este viernes, chilenos y chilenas figuraban en torno a una caseta de información ubicada en el Instituto Cultural de Aguas Calientes. Llegaron a preguntar sobre la situación que acontece en Perú y que los tiene varados luego que el gobierno decidiera cerrar esa zona por las protestas.
Aguas Calientes, cabe decir, es un pueblo que se ubica justo debajo de Machu Picchu. Está rodeado por ríos y montañas y sólo se puede llegar en tren.
"No está siendo posible salir por el tren porque han destruido las líneas. Y caminar es riesgoso: hay protestas, en el camino te piden dinero los protestantes, te piden negociar... Yo no voy a exponer a mis hijos", cuenta la turista chilena Patricia del Real, quien llegó a Aguas Calientes-Machu Picchu este martes, con su familia.
A saber: el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile informó que hay más de 350 turistas chilenos esparcidos a lo largo de Perú sin poder acceder a transporte que los traslade de vuelta al país.
"En la mañana (del viernes) preguntamos si había novedades y qué podíamos hacer. Nos dijeron que un grupo de personas se fue caminando a las cinco de la madrugada", cuenta Patricia.
Según la Municipalidad de Machu Picchu, salieron 70 turistas caminando hacia el sector de Piscacucho (ubicado a 30 km), monitoreados por funcionarios municipales y del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado. "También salieron otros grupos por su cuenta. Tenemos un promedio de 200 turistas caminando a Piscacucho", informaron.
Desde Piscacucho a Cuzco, por cierto, son tres horas de viaje en bus.
Durante el mediodía, sigue relatando Patricia, se abrió una lista de personas vulnerables en el Instituto Cultural de Aguas Calientes-Machu Picchu. La idea es tener acceso a evacuar pronto la zona mediante helicópteros. "Ando con mi suegra —quien necesita medicamentos- y mi hijo pequeño, mi marido y mis dos hijas de 7 y 11 años".
El sector para anotarse en el Instituto Cultural se fue llenando durante el día. "Anotan a personas mayores con problemas de salud. Hay muchos extranjeros adultos mayores molestos", describe Patricia.
Cuatro vuelos humanitarios
Alberto Barra (52 años) es otro chileno varado con su familia en Aguas Calientes-Machu Picchu. Cuenta que llegó el lunes 28 de noviembre a Perú con su padre (Ramón, 78 años) y su madre (Lilian, 74). En el viaje -que iniciaron en Temuco- pasaron por Tacna, Arequipa y Cuzco. El martes, cuando venían bajando de un recorrido por la ciudadela de Machu Picchu se enteró que figuraban atrapados.Al igual que Patricia del Real, este viernes asistió con sus padres al Instituto Cultural, para inscribirse en la lista de emergencia.
"A Aguas Calientes se llega sólo caminando o por tren. Y ambas alternativas no nos sirven porque las líneas férreas están obstruidas en seis tramos por las protestas: han desarmado algunos rieles, los han destruido. Por otro lado, si caminamos en dirección a Ollantaytambo, son muchas horas. Ambas opciones son inviables por la avanzada lamenta Alberto. "Mi papá es edad de mis padres", hipertenso, tiene una obstrucción congénita y tiene asma", detalla.
La evacuación desde Aguas Calientes no será masiva. "Van a priorizar a quienes tienen mayores afección de salud. Un médico va a hacer la evaluación uno por uno", cuenta Alberto.
Durante la tarde de este viernes, el alcalde de Machu Picchu, Darwin Baca, informó lo siguiente: "Se ha logrado gestionar el traslado a través de cuatro vuelos humanitarios (cuatro helicópteros a Cuzco, con capacidad para diez personas) para los turistas que en encuentran varados en Machu Picchu. El traslado se realizará este sábado. La municipalidad mediante la Unidad de Turismo, realizará la coordinación para la selección y priorización de niños y personas vulnerables".