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Buzos se topan con colosal pez luna en las aguas de Antofagasta

El abogado Juan Pablo Spencer dice que "este momento mágico, fantástico, irreal", como lo describe, ocurrió a 15 o 18 metros de profundidad en un punto llamado El Clandestino, en la isla Santa María, Región de Antofagasta.

Al lugar llegó con el grupo de buceo al que pertenece: ya estaban a punto de salir a la superficie, "cuando de pronto apareció".

"Al principio creí que era una bolsa de plástico o algo así, pero después vi el tamaño y no podía ser otra cosa que un pez luna", dice. "Era inmenso y muy dócil. Se movía lentamente. No se asustó para nada. Estuvimos unos 15 minutos con él hasta que se fue. No lo podíamos creer. Nunca nos habíamos topado con algo así bajo el agua".

De Arica a Valdivia

Mathias Hüne, biólogo marino, investigador del centro ICEA y coautor del libro "Peces del sur de Chile", explica que el pez luna o pez mola mola que se ve en el video captado por Spencer corresponde a un adulto de unas dos toneladas de peso y tres metros de longitud.

"Es el pez óseo más pesado del mundo y habita prácticamente en todo el mundo", describe Hüne. "En Chile es habitual encontrarlo desde Arica hasta Valdivia, más o menos, disminuyendo las probabilidades de topárselo más al sur".

Con el término "topárselo", Hüne se refiere, por Io general, a verlo en la superficie de manera horizontal o con la aleta dorsal proyectada fuera del agua, como los tiburones. También suele aparecer en redes de pesca, confundido entre el jurel, la sardina y la anchoveta. A veces es capturado con espinel, cuando los pescadores van en busca de la albacora.

Generalmente cuando lo capturan es devuelto al mar o exhibido en los puertos, porque no suele ser consumido. Según Hüne, el único lugar en Chile donde su consumo es más o menos habitual es en Rapa Nui, ya que su carne se asemeja en sabor y textura a la langosta. En China, en tanto, se utiliza en la medicina ancestral, mientras que algunos pescadores chilenos aseguran que su aceite alivia las contusiones, las heridas y los dolores reumáticos.

Los peces luna se alimentan preferentemente de peces de pequeño tamaño, además de moluscos, zooplancton, medusas y crustáceos, los que logra triturar gracias a su boca provista de duras placas.

Sus depredadores naturales son los lobos marinos, quienes cazan generalmente a las especies juveniles. Los ejemplares adultos, en cambio, ricos en grasas, son depredados por el tiburón blanco y por atunes.

El pez luna ostenta, además, un récord Guinness: una hembra de 1,5 metros de largo puede liberar al agua cerca de 300 millones de óvulos.

No es una especie que esté en peligro de extinción, recalca Hüne, aunque sí está en "observación".

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