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Técnico mecánico viajó a EE.UU. para aprender a customizar autos

Paulo Morales (44) es técnico mecánico y por 20 años dedicó su vida profesional a vender vehículos en automotoras.

Sin embargo, su pasión por los motores fue más fuerte que la vocación comercial, por Io que en 2017 dejó su trabajo y fundó"Cars & Bike", su propio taller mecánico. "Tenía interés en dedicarme a la restauración de autos", contó.

Su objetivo era hacerse experto en esa área, y en pintura y desabolladura. Para eso viajó en dos oportunidades a EE.UU. a especializarse. "En ambas ocasiones estuve dos meses. Fue como tomar un curso intensivo en la materia", opinó.

La primera vez fue el año 2015 cuando viajó a Los Ángeles. Allí hizo una especie de pasantía en el taller Best of Show Coashworks, ubicado en Escondido, California, donde aprendió a usar las herramientas y los procesos de modelación para lograr la customización de los vehículos. "Sobre todo aprendí a ser minucioso y a fijarme en los detalles. El trabajo de un restaurador destaca cuando la apariencia del vehículo cumple a la perfección con lo que el propietario quiere", dijo.

En seguida, el 2016, viajó a Las Vegas, donde visitó los talleres Country Kostums y el Carol Shelby. En esa ocasión fueron visitas cortas. "Quería conocer la calidad de los talleres famosos y fijarme en la forma en la que trabajan", detalló. Esos conocimientos fueron los que luego llevó a la práctica en su taller.

"Me he ido haciendo una fama. En 2020 llevaba apenas tres años funcionando y nos pilló la pandemia, pero nunca dejé de tener clientes y eso mantuvo el negocio", confesó. Actualmente tiene dos talleres, uno en La Granja y otro en Peñalolén, donde además de restauración ofrece mecánica automotriz, desabolladura y pintura, y equipamiento vehicular.

Planteó que para restauración, recibe alrededor de ocho clientes anuales y cada uno, demora entre cinco y ocho meses en remodelar su auto.

Con motor nuevo

Uno de los últimos trabajos que entregó fue una Chevrolet Blazer K5 de 1980. Detalló que el pedido del cliente consistía en mantener la apariencia original, pero con un nuevo motor para mantener el vehículo operativo.

Para al exterior "debimos trabajar toda la carrocería de nuevo. Sacar Io oxidado, cambiar piezas y pintar de nuevo usando los códigos de la pintura original. También tuvimos que reemplazar los sillones", precisó. Para el interior, en tanto "reemplazamos el motor por uno de una Chevrolet Silverado de 201 2, operativo y mucho más eficiente".

Javier Leiva, el propietario de la camioneta, dijo que siempre quiso uno de estos vehículos, pero "los que hay no se encuentran en buenas condiciones. Además, yo la quería para uso a diario, pero los autos antiguos doblan y frenan mal. Por eso me decidí por hacerle esta actualización", relató. Le gustó tanto el resultado, que decidió enviar al taller un Ford Mustang del año 65 "y dejarlo nuevamente operativo", añadió.

Actualización

El profesor de ingeniería en mecánica automotriz del Duoc UC, sede San Joaquín, Juan Pablo Medina, explicó que este tipo de trabajos corresponden a una "actualización más que a una restauración".

"Las restauraciones tratan de dejar el auto intacto de su versión original, manteniendo el motor y los repuestos de fábrica para ese modelo", precisó.

Cuando el auto es mejorado para dejarlo circulando "es una actualización", aclaró el académico. "Esto es posible solo en autos anteriores a 1992, antes de que se emitiera la normativa de emisiones. Para los autos posteriores a ese año hay que acreditar que los motores cumplen con esa legalidad", finalizó.

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