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Nardy Ribera

Nardy Ribera tenía 25 años cuando pasó seis meses y cuatro días privada de libertad injustamente en la cárcel de Iquique.

Ella fue detenida el 5 de marzo del año 2016, en el control de Aduanas Río Loa, en la Región de Tarapacá. En ese procedimiento, funcionarios del Servicio Nacional de Aduanas encontraron en su equipaje tres tarros de queratina para el cabello.

"En ese entonces, yo ya llevaba tres años viviendo en Chile, con situación migratoria legal. Yo vivía y trabajaba en Tocopilla, pero había ido a visitar a mi familia a Bolivia. Una amiga que es peluquera me encargó la queratina, porque allá es más económica", cuenta.

Los funcionarios de Aduanas cuestionaron la procedencia de los potes de queratina y le dijeron a Nardy que debían hacer una prueba de campo con un narcotest (marca MMC Cocaine Test).

"Yo no tuve ningún problema, muy tranquila les dije que lo hicieran. Yo no tenía nada que esconder", comenta. Sin embargo, la prueba dio positivo a la presencia de cocaína.

"Yo no vi cuando el funcionario hizo la prueba porque estaba dándome la espalda. Solo vi que él manipuló algo y luego dijo que dio positivo a cocaína. Yo les decía que era inocente, lloraba y les insistía que solo era queratina para el pelo. Al rato llegó la PDI y me dijeron que estaba detenida por tráfico de drogas. En ese momento perdí la noción del tiempo", recuerda.

Nardy fue detenida y formalizada al día siguiente en el Tribunal de Garantía de Iquique.

Tras la audiencia, Nardy quedó con la medida cautelar de prisión preventiva, que se extendió hasta el 13 de septiembre del mismo año. Ese día la liberaron, tras un peritaje o contraexamen del Instituto de Salud Pública que determinó que nunca hubo siquiera una pizca de droga en los tres frascos de queratina.

El encierro

"Fue demasiado duro. Para mí adentro un día eran como 100 días. Ya pasaron seis años y aún siento un dolor muy grande que no se recompensa con nada", dice Nardy sobre su estadía en la cárcel.

Cuenta que evitaba interactuar con las demás reas porque "yo sentía miedo y todo Io que decías allí podía ser usado en tu contra. Cuando dije que era inocente comenzaron a hacerme bullying, se burlaban y me insultaban".

"Estaba el grupo de las colombianas, de las chilenas, de las peruanas, de las bolivianas. Yo estuve todo el tiempo sola, porque no quería tener problemas con nadie. Pero eso en la cárcel es inevitable", relata.

El día comenzaba a las 8 AM, cuando funcionarios de gendarmena recorrían los pasillos de los módulos abriendo bruscamente las celdas de las internas.

En el casino, dice Nardy, había que hacer una fila con una bandeja. "El desayuno era un pan untado con huevo y té; tu debías llevar tu propia taza porque sino no te daban. En el caso del almuerzo, lo que más se comía era un caldo con huevo revuelto y tres papas repartidas en el plato o arroz con choritos. Cuando tenías suerte, te daban una manzana", recuerda.

Nardy asegura que los primeros meses bajó diez kilos "por pura depresión. Me acordaba de cuando era estudiante de ingeniería en Bolivia y pensaba en mi familia. Eso sí, siempre lloraba en mi celda y nunca delante de otra interna, porque no podías mostrar debilidad".

Según ella, solo una vez al día sonreía. Era después de las 16 horas, cuando todas las reas ya habían sido encerradas en sus celdas.

"Me subía arriba del camarote y por unos cuadrados pequeños que había en la ventana, alcanzaba a ver los últimos rayos de luz del día. Era una alegría inexplicable poder ver el atardecer, porque luego había oscuridad hasta el otro día. También podía ver un poco el cerro y algunas aves", relata.

El Proyecto Inocentes es una iniciativa de la Defensoría Penal Pública que busca visibilizar los casos de personas inocentes que han estado privadas de libertad.

Carlos Mora, defensor nacional, conversó con Nardy, quien le contó su historia. "Ella era una mujer de familia, sin antecedentes, con estudios superiores, a quien lisa y llanamente le embarraron la vida. Nuestro sistema procesal puede cometer errores, no es infalible. ¿Cómo se le explica a una persona después de estar seis meses en la cárcel, que la prueba de campo supuestamente científica, falló?", comenta.

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