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Con locales saqueados y un auto quemado terminó la romería  al Cementerio General

Con enfrentamientos entre manifestantes y Carabineros, que dejaron dos uniformados heridos y un vehículo municipal destruido, terminó la 49° marcha conmemorativa del Golpe de Estado convocada por organizaciones de derechos humanos, la que partió a las once de mañana desde Los Héroes y terminó pasada la una de la tarde en el Cementerio General, frente al memorial dedicado a los desaparecidos durante la dictadura.

Aunque al inicio, cerca de dos mil personas comenzaron a caminar pacíficamente por la Alameda en dirección al centro, los ánimos pronto se caldearon, especialmente cuando la marcha autorizada pasó frente a La Moneda y los manifestantes se encontraron con que el palacio estaba fuertemente resguardado por Carabineros. "Esta es una provocación de la policía, porque aún no llegamos ni al centro y ya nos están reprimiendo y criminalizando", reclamó airadamente una adolescente a la que sus compañeras llamaban Javiera, para pedirle que compartiera las piedras que cargaba en su mochila. En el lugar, también se lanzaron fuegos artificiales y bombas molotov, como registraron las cámaras de seguridad.

La escena se repitió con otros protagonistas un par de cuadras más arriba. Al llegar a la esquina de Alameda con Ahumada, las cámaras de vigilancia nuevamente captaron a un grupo de descolgados mientras saqueaban varios locales comerciales, entre los que se cuentan una joyería, una óptica y un Pronto. Además, los vándalos hicieron numerosos destrozos y rallados contra el gobierno, el mercado y el resultado del plebiscito de salida, que significó el rechazo del proyecto constitucional. De no llegar un piquete de Carabineros, que los seguía de cerca, también habrían alcanzado las cortinas de otros locales aledaños.

Al avanzar en el recorrido, la marcha pronto se encontró en calle San Antonio. A medida que los manifestantes avanzaban hacia el Parque Forestal, se fueron sumando gran cantidad de personas, la mayoría de las cuales cruzó el centro sin incidentes. La excepción fue un grupo de encapuchados que, en la esquina de Esmeralda con Cervantes, incendió una camioneta perteneciente a la Dirección de Aseo de Santiago, la que resultó totalmente destruida.

Tras cruzar el río Mapocho y enfilar por Recoleta, la romería se dirigió al Cementerio General, donde se produjeron nuevos saqueos. Esta vez los principales afectados fueron la estación de servicio Copec ubicada al costado de la iglesia de la Recoleta Dominica y un local de pizzas.

Al enterarse de lo ocurrido, el Presidente Gabriel Boric, manifestó su preocupación: "Ojalá que todos los que reivindican este día, lo entendieran y lo entendiéramos todos como país, porque si queremos salir adelante, que es la voluntad de la gran y abrumadora mayoría de los chilenos, tiene que ser en paz y sin violencia".

En el cementerio

Ya en el Cementerio General, la tensión en el ambiente bajó. Mientras las organizaciones de Derechos Humanos realizaron su acto conmemorativo frente al Memorial a los Detenidos Desaparecidos, el que incluyó una colorida batucada de los Diablos Rojos de Víctor Jara, todo fue calma. Eso se rompió cuando una horda de encapuchados cerró la puerta del recinto que da hacia Recoleta e intentó encender una barricada. En ese momento se pusieron en acción los Carabineros, quienes apoyados por cuatro carros lanza gases, lograron disolver a los manifestantes.

Los más tristes con la trifulca eran los pocos deudos que se atrevieron a sepultar o visitar a sus difuntos este domingo, pues vieron con impotencia como decenas de tumbas fueron rayadas. "Lo peor de todo, es que a mi marido ni siquiera le gustaba la política", se lamentó María Quezada, quien hace nueve años vive lo mismo, porque Juan, su marido, murió un II de septiembre.

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