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Javier Margas se llevó todo en remate del Hotel O’Higgins

517 lotes con sillas y sillones antiguos, camas, mesas, lámparas y cuadros del tradicional Hotel O'Higgins fueron rematados este fin de semana en una bodega del sector El Salto, en Viña del Mar.

Un centenar de interesados asistió a la subasta, entre ellos, el ex seleccionado nacional y empresario motelero Javier Margas.

Pedro González, martillero público de la Quinta Región, dirigió el remate del mobiliario. Asegura que el ex futbolista "se llevó la mayoría de los lotes. Como tiene el negocio de los moteles...se quedó con varias camas, respaldos, veladores, mesas, mesones. Eso sí, vino tres días la semana pasada a la exhibición de los objetos para revisarlos".

Sobre la actividad, dice que "fue bien exitosa, no quedó nada. Todo se fue. Entre Io más destacable de los lotes había 1.400 sillas metálicas, 100 respaldos de cama, veladores antiguos de madera y otros cubierta de mármol, sillas de terraza, roperos antiguos, vitrinas, sitiales, poltronas, sofás, mesas luz, arrimos, escritorios, colchones, lámparas, cuadros, mesas de centro, etc.", detalla.

El emblemático hotel de la Ciudad Jardín inaugurado en 1936, cerró sus puertas al público en el año 2020, por una crisis económica que se agudizó después del estallido social. Actualmente, el lugar funciona como residencia sanitaria.

De hecho, la subasta se realizó por orden de Panamericana Hoteles, concesionaria del recinto, con el objetivo de recaudar dinero para pagar una deuda que mantiene con la municipalidad de Viña del Mar, de aproximadamente SI 80 millones.

Motel O'Higgins

Javier Margas (52) cuenta orgulloso que se adjudicó 270 lotes en el remate. Dice que cuando vio el aviso en el diario, se entusiasmó altiro porque "es mobiliario de excelente calidad y como yo trabajo en el mismo rubro, sabía que la mayoría de las cosas me podían servir".

-¿Qué cosas compró?
-Me quedé con varios espejos biselados, sillas antiguas, cuadros, colchones marca Rosen, veladores, respaldos, cubrecamas, cajas de seguridad. También unos sillones Reina Ana y los sillones de César Antonio Santis. Son de pluma, blancos y de tres cuerpos donde se sentaba él cuando era animador del festival. Son lindos recuerdos del hotel, que marcaron una época.

-¿Y qué hará con todo eso?
-Voy a remodelar las habitaciones de algunos de mis moteles (tiene más de diez). Estoy pensando en hacer una habitación temática del Hotel O'Higgins. Allí pueden ir las sillas que estaban en el hall, las lámparas, los cuadros y los sillones de César Antonio Santis. Ahí tengo que ver lo que invento. Voy a tener que cambiarle el nombre de motel Ensueño a motel O'Higgins, jajajá.

-Muchos asistentes se quejaron que usted se llevó casi todo.
- Igual estuvo complicada la puja, porque todos querían quedarse con algún recuerdo. Y algunas personas quedan picadas y pujan solo para subir el precio. Pero estoy contento, porque son cosas que conseguí a mitad de precio. Aunque sean usadas, tienen buena mantención, si el Hotel O'Higgins es pura calidad.

-¿Usted conoció el hotel en sus tiempos gloriosos?
- Sí, muchas veces, cuando era futbolista y teníamos concentraciones cerca nos quedábamos allá. Si ese hotel es algo emblemático y simbólico aquí en la Quinta Región. Yo me lo conocía de memoria. Lo que más me gustaba era el bar, el ambiente que se formaba allí, sobre todo en la época del Festival de Viña del Mar. De hecho, en el remate también me llevé unas lámparas de bronce que eran del bar. Se llamaba Harry's bar.

Margas menciona un punto clave. No se puede hablar del Hotel O'Higgins sin ligarlo al Festival de Viña del Mar.

Durante décadas el hotel más antiguo de esa ciudad alojó en alguna de sus 400 habitaciones a cientos de artistas durante la época del certamen musical.

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