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Estudio revela que los corazones de dos personas que se quieren laten sincronizados

Como si fuera un baile, un corazón le sigue el ritmo al otro cuando hay cercanía entre dos personas que se quieren. Tal como entonaba Miguel Rivera en la película Coco: "Una melodía bella que el alma tocó, con el ritmo que vibra en nuestro interior, amor verdadero nos une por siempre en el latido de mi corazón". Porque la investigación liderada por Brian Ogolsky, profesor asociado de la Universidad de Illinois, detectó cómo la cercanía y la intimidad aportan en la dinámica de parejas que llevan mucho tiempo. Y desde esa conexión, demostraron los científicos, se genera la sincronía de los corazones que laten al mismo ritmo; una conclusión que mezcla belleza y ciencia.

Danza única

El estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Illinois, de Estados Unidos  analizó a diez matrimonios heterosexuales que tenían entre 64 y 88 años. La mayoría de ellas tenía estudios superiores. Se les hizo un seguimiento durante dos semanas. Monitorearon tanto su proximidad como la frecuencia cardiaca. Gracias a esto, se detectó que mientras más cercanía y contacto físico tenían las parejas, sus corazones comenzaban a latir de manera sincronizada. Por lo tanto, para las parejas que permanecen mucho tiempo juntas, no se trata solo de una conexión emocional, sino que también se trata de una sintonía física, corporal. "Esto sugiere un delicado equilibrio. Cuando una pareja activa a la otra pareja, comienzan una danza única en la pareja que afecta su fisiología y sus patrones a lo largo del día", explica Ogolsky.

Beneficios sicológicos

Sobre los estudios anteriores que se han realizado, el académico señala que solo se ha abordado del tema de manera superficial y no nivel físico-sensorial. "Los investigadores de relaciones generalmente preguntan a las personas cómo les va, y asumen que pueden recordar correctamente y dar respuestas significativas. Pero a medida que las parejas envejecen y llevan mucho tiempo juntas, se ríen cuando les preguntamos qué tan satisfechos o comprometidos están. Cuando han estado casados durante 30 0 40 años, sienten que eso indica un compromiso en sí mismo", dice el autor del estudio. "Buscábamos formas más objetivas de medir la dinámica de las relaciones y sabemos que estar cerca de otras personas tiene beneficios sicológicos. Entonces, la proximidad física parecía un candidato fuerte", añade el investigador.

Como se midió el ritmo

Las parejas estuvieron en su hogar durante dos semanas. Utilizaron un Fitbit, que es un monitor de frecuencia cardiaca que rastrea el ritmo y la distancia de las personas con el GPS del dispositivo que está conectado a un smartphone. Además, los participantes completaron una autoevaluación sobre Io que sentían, la satisfacción de la relación y el estrés en general por el que pasaban cada día. Con los resultados en la mano, el equipo investigador entregó un matiz a las conclusiones: "Las interacciones de pareja, sus actitudes, comportamientos, ya sea que estén cerca o lejos, cambian todo el tiempo. Incluso a lo largo de 14 días, las parejas no son lo suficientemente consistentes en este tipo de patrones objetivos como para permitirnos sacar conclusiones de pareja. Solo podemos hacer predicciones dentro del día", pero dentro de Io que obtuvieron, la proximidad física fue clave. Sin bien el estudio solo se centró en parejas estadounidenses, blancas y heterosexuales, los investigadores señalan que puede ser el punto de partida para un estudio más diverso y que abarque un aspecto más amplio de la población.

Efecto espejo

"Cuando una pareja lleva mucho tiempo, entran en una complicidad que funciona a muchos niveles", sostiene la sicóloga Judith Álvarez; quien destaca que cuando una relación está consolidada con el transcurso del tiempo, es "donde se ven reflejadas actividades sensoriales que se replican de manera mutua. En sicología, cuando una pareja lleva mucho tiempo junta, se puede llegar a niveles de identificación que resultan realmente asombrosas", sostiene. "Como esas parejas de toda la vida y que si una de ellas se muere, pasa muy poco tiempo para que la otra también, eso habla de la dependencia afectiva que se genera y que no sería extraño que también se reflejara en o corporal, como un gran espejo en todos los sentidos posibles", añade la sicóloga. "Son tantas las cosas que hacen funcionar una relación que, por ejemplo, uno puede ver a parejas que imitan sin querer, estilos de caminar, estilos de hablar, de comer, incluso, que si en este caso, hay un estudio que señala que los corazones se sincronizan, es parte de la amplia gama de posibilidades que le pueden a ocurrir cuando las personas llevan muchos años juntas", indica.

El tacto

Una mirada con ciertos matices entrega la sicóloga Piera Pallavicini sobre el estudio, ya que dice que "deja fuera ciertas variables contextuales", aunque señala que no le extrañaría que parejas "que comparten más espacio físico, proximidad o interacciones sensoriales se sientan más cercanas o con mayor complicidad, es porque de todos nuestros sentidos el tacto es al más primitivo. El tacto es fundamental no solo para la conexión emocional, sino que para la sobrevivencia. Hay un estudio famoso en que no son tomados en brazos, se generan debilidad, porque necesitamos para vivir el tacto", afirma la sicóloga.

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