Un mecanismo transitorio de protección al cliente y un fondo de estabilización y emergencia. Estas son las dos herramientas que propuso el Ministerio de Energía al Congreso, a través de un proyecto de ley ingresado a la Cámara de Diputadas y Diputados. El objetivo es estabilizar las alzas en las cuentas de la luz para el 80% de los clientes residenciales y pequeños comercios cuyo consumo esté bajo los 250 kWh.
Este consumo corresponde una boleta que no supera los $32.500, aproximadamente, explicó Humberto Verdejo, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Santiago.
A partir de julio de este año, las tarifas para los clientes regulados, en su mayoría residenciales, debieran subir en torno al 45%, según datos de Verdejo. De acuerdo al Ministerio de Energía, dicha alza sería de 40%. Esto debido a que se acaba el mecanismo de estabilización del precio de la energía que se implementó en 2019, mediante la Ley 21 .185, precisa Verdejo.
"Ahora es necesario que los clientes devuelvan el dinero que no se canceló producto de esta normativa y, para ello, los tarifas tendrían que ir al alza", agrega Verdejo.
Esto es lo que quiere evitar el proyecto de ley, que propone este mecanismo transitorio de protección al cliente cuesta US$I .600 millones. Ese monto los clientes deberán pagarlo, a modo de devolución, en 2032, porque no es un subsidio, precisa Verdejo.
Según el Ministerio de Energía, si la iniciativa legal se aprueba, este año los clientes pagarán de acuerdo a su consumo, en base a los siguientes cálculos: aquellos con un consumo bajo 250 kWh, pagarán el precio estabilizado más el IPC; quienes tengan un consumo de entre 250 y 500 kWh, cancelarán el precio estabilizado más el IPC y 10%, mientras que los que consuman sobre 500 kWh, tendrán que pagar precio estabilizado más el IPC y el 15%.
"El precio estabilizado es un precio que no es el real, es el que se establece para evitar que las tarifas suban", explica Verdejo.
Para 2023 y hasta el término del mecanismo, Io que se pagará según consumo será lo siguiente: quienes consuman bajo 250 kWh, pagarán el precio estabilizado más el IPC y el 5%; entre 250 y 500 kWh, precio estabilizado más el IPC más el 15%" y sobre 500 kWh, el precio de nudo. Este último es el valor de la tarifa regulada, que es el precio promedio de todos los contratos licitados en el país.
En cuanto al fondo de estabilización y emergencia, la segunda herramienta propuesta en la ley, operará como un seguro para el sistema eléctrico y será administrado por el Coordinador Eléctrico Nacional. Tiene un costo de US$2.000 millones y apunta a estabilizar los precios en el mediano plazo, a diferenciad e la primera herramienta, que busca resolver la contingencia.
Los clientes también pagarán en tramos definidos de acuerdo a su nivel consumo. Aquellos que registren un consumo mensual menor o igual a 250 kWh, estarán exentos del cargo; mayor a 250 y menor o igual a 500 kWh, el precio será de $0,82 por kWh; los que tengan un consumo mensual, mayor a 500 kWh y menor o igual a 1.000 kWh, pagarán $1,8 por kWh y los que estén sobre 1.000 kWh, cancelarán 2,5 pesos por kWh, según informó el Ministerio de Energía.
"Gracias a esta iniciativa, el aumento de las cuentas informadas por la Comisión Nacional de Energía que alcanzaría alrededor del 40% no afectará los hogares en nuestro país, lo que es una importante noticia en el marco de las medidas consideradas en el Plan Chile Apoya impulsadas por el Gobierno, que complementan el subsidio que se entrega por la Ley de Servicios Básicos, que permite el prorrateo automático del 100% de las deudas eléctricas de pandemia para los consumidores hasta 250 kWh", agregó a través de un comunicado el ministro de Energía, Claudio Huepe.