Rodrigo Goldberg no esconde la alegría de poder tener a sus cincos hijos reunidos en Chile. Hace una semana, Cristóbal, el mayor de sus retoños, llegó desde Estados Unidos, específicamente de Wichita, donde está estudiando administración de empresas, para disfrutar de unas vacaciones.
"Por fin estamos todos juntos", expresa el Polaco, quien esperó largos meses para que el mayor de sus hijos (22 años) pudiera reunirse con él y con sus hermanos Vicente (19) y Matías (18) y las pequeñas Amanda (6) y Aurelia (4). "No te olvides de la Kika (Millas, su compañera) también", apunta el ex gerente deportivo de Universidad de Chile.
"Al tenerlos a todos acá en Chile no me hace falta nada. No hay nada que pueda estar mal. No necesito nada más, no me hace falta nada. Es Io más maravilloso que hay cuando puedes estar con tus hijos. Estos días me prendo y cuando sé que todos van a venir a la casa les cocino, les hago cosas ricas. Es la raja la sensación. Y lo más lindo es que ellos Io valoran, disfrutan de estas cosas. Ha sido muy rico tenerlos a todos estos días. Y hay que disfrutarlos porque, como dice mi mamá, los hijos son prestados", sostiene Goldberg, quien confiesa que igual sufre cuando uno de sus hijos está lejos de casa.
-¿Ha sido duro tener a Cristóbal lejos?
-Yo feliz que él esté estudiando. Todo lo que tenga que ver con los estudios, bienvenido sea. Además que no hay mejor experiencia que vivir fuera. Claro que uno sufre, sobre todo con los tiempos que se viven. Recuerdo que pasé un momento muy duro y estaba muy complicado.
-¿Cuando estaba trabajando en la U?
-Claro porque además de todos los temas que había resolver en el club, que no eran pocos, estuve muy complicado porque Cristóbal tuvo Covid-1 9. Y por más que trataba de darme tranquilidad uno se desespera porque se contagió, estaba solo y a unos 10 mil kilómetros de distancia. Cristóbal debe ser la persona que más cuarentenas hizo. Y cuando viajó una vez a Chile venía vacunado con la Moderna y acá no la reconocían. Entonces son momentos que uno sufre. Lo importante es que está bien y ahora Io tendré unos buenos meses. En agosto tiene que volver para seguir su carrera e, incluso, quiere hacer un máster en trabajo social.
-Ahora está más chocho que nunca entonces.
-Por supuesto. Qué más puedo pedir. El hecho de tenerlos a todos me levanta el ánimo después de los momentos traumáticos que viví después de salir de la U.
-¿Tanto así?
-Sí, claro. Hubo momentos que veía todo oscuro, no podía dormir, andaba idiota, triste. Me pegó fuerte la salida de la U, pero ahí estaba Santa Kika para levantarme. Ahora estamos los dos con trabajos y eso nos da tranquilidad, pero no ha sido fácil para ser honestos. Cuando salí de la U muchos me llamaron y me dijeron que no me preocupara, pero al final no pasó nada. A lo mejor nadie se quiere quemar conmigo. Uno queda marcado y todo tu prestigio y conocimiento queda en entredicho. Me pude equivocar, pero salí con mi conciencia muy tranquila. No le robé un peso nadie. Con lo que teníamos sacamos cosas adelante, otras cosas se hicieron bien y otras no, pero mi conciencia está muy tranquila.
-Pero ya está de vuelta en los medios.
-Por fortuna apareció la radio Cooperativa y me dio la posibilidad de volver a los medios. También voy dos veces a TNT, al programa "Todos somos técnicos". Además hay otros proyectos en carpeta. Al final estoy encontrando la luz. Pero no fue fácil.
-Usted habló de momentos oscuros. ¿Pidió ayuda? ¿Fue al sicólogo?
-Estoy en tratamiento. No me da vergüenza decirlo ni tampoco estoy haciéndome la víctima. Es súper sano hacerlo cuando uno está mal y hay que hacer todo lo posible para salir. Tengo niñas chicas y no puedo darme el lujo de echarme a morir.
-¿Qué otros proyectos tiene en carpeta?
-Ahora estoy desarrollando hartas cosas, haciendo algunas asesorías con algunas consultoras y estoy trabajando en el área más de la ingeniería, donde estoy enfocado en asesorar a emprendedores. Los ayudo en temas de gestión porque es difícil. Estoy en eso, pero es lento. Son cosas complejas. Los primeros clientes pueden salir, ojalá, a fin de año. Pero Io importante es que con la Kika estamos con trabajo. Y los niños están bien. Cristóbal en Estados Unidos, Vicente entró a civil y Matías está en cuarto medio y con proyectos musicales. Y las chicas ya van en primero básico y prekínder. Estamos muy claros de lo que nos espera este año. También me gustaría volver a tocar piano.
-¿A usted siempre le gustó la musica?
-Cuando chico tocaba el órgano y en Tel Aviv estuve con clases de piano. De hecho, me traje uno desde Israel, pero para eso hay que dedicarle mucho tiempo. Quiero hacerlo porque es una buena terapia, pero quiero estudiar algo relacionado con mi profesión. Ya veremos.
-También está experto en Fórmula Uno.
-(Ríe) Fue una gran terapia después de mi salida de la U. Siempre me gustó la F-l y por eso me estudié todos los reglamentos y ahora tengo un espacio en la radio los viernes y también en las previas los fines de semana hacemos una media hora con Pablo Vargas y la Coty Sandoval. Ha sido una buena experiencia. No fue fácil volver, al contrario, porque la pasada por la U generó un rechazo hacia a mí y me lo han hecho sentir. Pero son cosas que pasan. A mí me afectan, pero ya me da lata tener que salir a aclarar todo. Ahora, en mi vuelta a los medios, estoy más preparado, pero para mí las cosas no han cambiado. Solo estoy en otra vereda, en la de los medios. Cuando de repente abro Twitter y veo que me están puteando me afecta, pero entiendo que es parte de esto. Fue traumático todo, pero va a pasar.