Algo pasa con Ñuñoa que en los últimos meses se ha convertido en cuna de nutridos memes, haciendo de sus habitantes sinónimo de lo progre, veggie, Not y hipster, aunque ya solo los boomers dicen hipster.
En Ñuñoa viven poco más de 250.000 personas, según proyecciones para el 2020 del Censo 2017. El 29,80% de ellas tienen entre 30 y 44 años, mientras que la población nacional de esa edad es de 22,5%.
Hay menos niños que en el resto de Chile. Los menores de 14 son el 14,1% de su población, frente al 19,2 del total nacional.
La tasa de pobreza en la comuna es de 0,9% y a nivel país, de 8,6. Es de las comunas que menos requiere del Fondo Común Municipal. Según datos de la Subdere, su dependencia del Fondo frente a sus ingresos propios es de 8,8% y el promedio nacional es de 63,8.
El precio promedio de un departamento en Ñuñoa era de 4.416 UF en septiembre de este año, según TocToc.com. En Estación Central los arriendos promediaban 9,5 UF y en Las Condes, 31,4. En Ñuñoa, estaba en 15,5 UF. El precio sube a medida que la propiedad queda más cerca de Providencia y baja cuando está más cerca de Macul. Por eso los memes hablan de Ñuñoa del Norte y Ñuñoa del sur.
Las ideas progresistas
Para Andrés Mendiburo, doctor en psicología de la Universidad Andrés Bello y estudioso del humor, la función de aquellos memes que tienen como leitmotiv mofarse de un grupo social son una manifestación de los prejuicios y estereotipos que existen sobre ciertos grupos."El tema en particular es que se está atacando a un grupo que por lo general no se ataca, que es la izquierda progresista. El estereotipo que se tiene es súper claro: estamos hablando de personas con un nivel socioeconómico alto, de izquierda y que viven en un lugar determinado", declara.
Cree que el hecho de que se hable de Ñuñoa es solo por darle una ubicación sencilla.
"Ñuñoa es variopinto, pero se habla de gente que va a Plaza Ñuñoa, anda en bicicleta y come empanadas de lentejas", describe.
Mendiburo explica que en Chile, la mayoría de los chistes están orientados hacia grupos: en los 80 estaban marcados contra las mujeres, pobres, suegras, homosexuales; en los 90 muy marcado hacia los políticos, mujeres, y luego se orientó contra las elites.
"Este humor sería como una segunda o tercera vuelta", sostiene.
¿Está más progre Ñuñoa?
Los votos dicen que sí.
En la segunda vuelta presidencial de 1999, Lavín obtuvo el 50,05% de los votos y Lagos, quien finalmente fue presidente, 49,95%. En 2013, la segunda vuelta entre Bachelet y Matthei fue 53,5% para la primera y 46,5% para la segunda. A nivel nacional fue 62,2% versus 37,8%.
Hace diez años, la diputada más votada de la comuna era Marcela Cubillos (UDI) y en 2017 fue Giorgio Jackson (Revolución Democrática). Hoy la alcaldesa es Emilia Ríos, también RD, luego de que Pedro Sabat (Renovación Nacional) estuviera cinco periodos y lo sucediera Andrés Zahri (independiente-RN).
La ofensiva inmobiliaria
Nelson Morales, sociólogo y académico de la Universidad Mayor, explica que el hecho de que las mofas sean a Ñuñoa y no otra comuna tiene una explicación en el mercado y el precio del suelo."La gran renovación de suelo de Ñuñoa es en departamentos. La ofensiva inmobiliaria generó una oferta a fines de los años 90 con departamentos de 3.000 a 4.000 UF, que permitieron que mucha gente llegue aquí, por eso se produjo una confluencia de grupos sociales diversos", sostiene.
Los hijos de las personas que compraron esos departamentos, hace ya unos 20 años, son los que encarnan a una nueva generación con valores modernos, sostiene.
"Eso hace que parezca un espacio articulado de mayor progresismo, pero fue producto de una cuestión inmobiliaria", indica.
-Aunque en los memes también hay una cosa clara contra el abajismo.
-Detrás de eso hay una cosa de intolerancia muy fuerte frente a los privilegios y eso va marcando un escenario muy profundo que es bastante disolvente con las posibilidades de relación social; detrás de los memes hay una feroz crítica social, donde no es posible tener posturas abiertas.
-Todo es muy en contra.
-No se tolera, es imperdonable: si estudiaste en un colegio privado, hay una sanción moral. Lo criticable en esta cuestión es que no hay espacio para pensar en el autodescubrimiento, las nuevas generaciones no son responsables de cómo sus padres desarrollaron su proceso educativo, ni de que hayan tomado la decisión de vivir en determinados lugares. Cuando hay estos espacios más plurales, la sociedad se pone muy moralizadora.