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La técnica manual para lavar la loza en 15 minutos y con poca agua

Cada vez que se lava la loza se gasta entre 15 y 30 litros de agua, según los datos de la Superintendencia de Servicios Sanitarios.

¿Se puede bajar ese gasto?

Sí, juntando agua en el lavaplatos para lavar todo junto, sin necesidad de tener cada plato bajo el chorro de la llave.

Sin embargo, para que resulte eficiente y rápido, hay que tener en cuenta ciertas claves, como usar agua caliente y saber qué utensilios lavar primero.

La revista estadounidense especializada de reseñas y calificación de productos "Consumer Reports" publicó cuál era la manera más práctica de lavar los platos a mano, con una estrategia sencilla de cuatro pasos para tener los utensilios de cuatro personas limpios en solo 15 minutos, gastando un tercio del agua que se usaría con el lavado tradicional. Sólo necesita dos recipientes para agua (un lavaplatos doble, un lavaplatos y un recipiente o dos contenedores), agua caliente, agua fría y lavaloza.

En una de las cubas del lavaplatos, recomienda tener agua caliente mezclada con lavaloza; en la segunda cuba o recipiente, agua limpia y fría. Para partir, debe sumergir los platos y utensilios sucios en el agua caliente para que se remojen y luego frotarlos con una esponja. Debe comenzar por aquellos elementos que tengan menos sólidos hasta llegar hasta aquellos más sucios como sartenes u ollas.

Luego, debe sumergirlos en el agua limpia para sacar toda la espuma. Si el agua se pone muy jabonosa, se recomienda botar un poco de agua y rellenar nuevamente. Luego, se deja todo estilando para que se seque con el aire.

"Funciona, yo en mi casa lo hago más o menos así hace bastante tiempo. Uno se demora eso o un poco menos. En general, hay muy poca conciencia de la cantidad de agua que se gasta cuando se deja el agua corriendo, cuando se puede lograr lo mismo juntando el agua y no desperdiciarla", cuenta Joel Solorza, chef y director de la Escuela de Gastronomía de la Universidad de Las Américas.

Jeannette Escudero, organizadora profesional de espacios y fundadora de Hogarnizarte (@hogarnizarte en Instagram), acota que si bien el sistema es eficiente, dice que no hay que echar los platos ni utensilios con restos de comida porque eso ensucia más el agua.

"Hay gente que saca la mugre de los platos directamente con el agua y eso es un desperdicio. Yo los saco antes con una cucharita y se va directo al basurero o paso una servilleta por el plato u olla si es grasa. Eso me permite limpiar mejor con el agua y sin restos".

El uso de agua caliente es clave.

"Ayuda a que la suciedad se suelte y que con el paso de la esponja, salga más fácilmente. En general, los restos de grasa de carne, palta, salsa de tomate se pegan harto, pero que al sumergirse en agua caliente se sueltan. Lo ideal es usar agua caliente, a unos 40 grados Celcius, en que uno pueda meter la mano sin quemarse", comenta José Miguel Arriaza, director de Ingeniería en Energía y Sustentabilidad Ambiental de la Universidad San Sebastián.

En su casa ocupa lavavajillas, pero cuando tiene platos o utensilios con muchos restos, ocupa una técnica similar y deja todo remojando en agua caliente.

"Hace que la grasa y el aceite de la comida pasan de un estado sólido a líquido, por eso es más fácil y más rápido. Con agua fría nos vamos a demorar mucho más", detalla.

Juan Carlos Cuchacovich, ingeniero civil y director de carrera de Ingeniería Civil en Obras Civiles de la Universidad Central, también lava los platos de esta forma en su lavaplatos doble y detalla que si hay muchos restos pegados, recomienda remojar por unos 1 5 minutos.

"Es un buen tiempo, pero si está muy pegada una olla, por ejemplo, puede quedar unas horas con agua hervida. Es lo que hacen restaurantes y casinos también", señala.

Gabriel León, bioquímico, doctor en biología celular y conductor del programa "Rockstars" en TXPlus.com, añade que el agua caliente sin lavaloza no sería tan útil para sacar la grasa.

"El agua y la grasa no se mezclan, se ignoran químicamente, por eso se usa el lavaloza, que no la repele y sí la diluye, permitiendo eliminarla en una solución de agua", señala.

De lo más limpio a lo más sucio

También hay que preocuparse de no lavar todo junto. Solorza indica que los utensilios con más aceite o grasas se dejan siempre al final.

"Si lavamos primero las pailas con restos de huevo pegado o la olla con grasa, después el olor y sabor se va a impregnar en los utensilios que lavemos después. No es agradable después tomar un vaso con olor a huevo. Si queremos lavar primero las cosas con grasa, es mejor después cambiar el agua por una nueva", detalla.

Escudero, en tanto, cree que el lavaplatos es muy grande y llenarlo consume mucho agua.

"Yo lavo en un contenedor plástico de tres litros con agua caliente, no necesitas más. Y cuando tengo que enjuagar, pongo todos los platos uno encima de otro en el lavaplatos, de manera que cuando abro la llave, la misma agua que limpia un plato y los otros que están más abajo. Y luego ya seco", describe.

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