-->

Escribe y presiona enter

On
Detalles del infame asalto a pasajeros de un motel

Dos ladrones eligieron el momento de mayor vulnerabilidad de un grupo de personas para atacar: fueron hasta un motel ubicado en la avenida Las Acacias de San Bernardo con el propósito de entrar cabaña por cabaña y encontrar parejas -suponían ellos- desnudas e indefensas. Pero el plan se les frustró de la peor manera. Uno de los asaltantes murió luego de que uno de los pasajeros, un gendarme, le disparara con su arma personal.

El atraco ocurrió a la una de la madrugada de este viernes en el "Toi et Moi". Primero amenazaron a una funcionaria con un arma de fuego y luego se dirigieron a las cabañas donde estaban los pasajeros a los que trataron de intimidar y robar. Cuando llegaron a la habitación donde estaba el gendarme junto con su esposa, éste tomó como pudo su arma y la descargó contra el atacante, quien murió en el lugar mientras el otro asaltante huía.

El capitán de Carabineros Guillermo Barrera, de la prefectura Santiago Maipo, relató que primero lograron quitarle el celular a una empleada que estaba de turno. Una vez que tuvieron el camino libre, decidieron ir a cada una de las cabañas, sabiendo que al encontrar a personas probablemente vulnerables, podrían concretar fácilmente el asalto.

"Una vez que entraron a una de ellas, apagaron las luces e intimidaron a los pasajeros, solicitándoles dinero y las especies que mantenían al interior", cuenta el oficial. En ese momento, para sorpresa del asaltante, siguió su relato, "el pasajero extrajo un arma de fuego y efectuó una cantidad indeterminada de disparos".

El Ministerio Público instruyó el trabajo de investigación al OS9 y al Labocar, quienes corroboraron más tarde que se trató de ocho disparos. Hasta el cierre de esta edición, el sujeto que alcanzó a huir no había sido localizado.

Tomando en consideración que el gendarme disparó para defenderse y a sabiendas de que era su única salida posible, quedó en libertad, según dijo la Fiscalía, porque actuó en "legítima defensa". De hecho, el Ministerio Público informó que una vez repuesto de la impresión, fue él mismo quien llamó al 133 para denunciar el hecho. Contactado por LUN, prefirió no referirse al caso. "El armamento que utilizó el funcionario de gendarmería es particular y está debidamente inscrito y autorizado para portar", complementó el capitán Barrera.

La maldad pura

Sydney Houston trabajó durante años en Carabineros, donde llegó al grado de mayor y hoy es consultor de seguridad. Cuenta que no es primera vez que sabe de un caso así, en que el ladrón elige un blanco que está en indefensión.

"Hace más de una década, una banda de delincuentes entraba a robar a moteles. Se llevaban las pertenencias de las personas y además tenían la particularidad de que incluso los dejaban sin ropa. Era una situación muy compleja para quienes se encontraban en malos pasos. El delincuente no es tonto. ¿En qué lugar puede pillar a las personas más indefensas y menos preocupadas de la seguridad?", dice.

Olga Fernández, licenciada en criminalística y perito en balística, también ha estudiado este tipo de casos. "Ellos piensan -dice- que en un motel hay posibilidad de que sean viajantes que tienen dinero en efectivo, que no estén armados, ya que no es su hogar. En ese sentido, es posible que estos sujetos hayan visto a las víctimas como un buen prospecto".

Un agravante

El abogado Luis Gálvez, especialista en derecho penal, explica que los delincuentes, al realizar un robo con intimidación, se exponen a una pena que va de 5 años y un día a 20 años y un día. Al tratarse de un sitio donde las víctimas se encontraban con total indefensión, dice, podría aplicárseles la agravante novena del artículo 120 del Código Penal.

-¿Cuál es esa agravante, abogado?
-Habla de cuando estos delitos se cometen empleando circunstancias que añaden una ignominia, una ofensa al honor y dignidad de la persona que se está asaltando. Por ejemplo, que a esta persona se le sorprenda desnuda o que sea grabada mientras le roban. Claramente, el plus criminal es mayor, porque se le otorga un trato indigno frente a un delito innecesario.

-¿Eso cambia la pena?
-Si estamos hablando de un delito que parte en cinco años y un día y el delincuente tiene una irreprochable conducta anterior, sin antecedentes penales, se compensa la agravante con esa atenuante. O sea, no tener antecedentes no sería considerado para rebajar la pena. Ahora, si el imputado ya tiene antecedentes, aumentará la sanción significativamente. Si parte en cinco años y un día, quedaría fácilmente en los siete años o más.

Click para comentar