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Matrimonio cuenta detalles de la irrupción de Carabineros en el motel

Rafael Hernández (35 años) y Ximena Astudillo (36) están casados hace siete años, tienen una hija y trabajan en el Terminal Pesquero. Ella vendiendo ropa, él cargando camiones. Desde el comienzo de la relación adoptaron una costumbre: una vez al mes van a un motel.

"Vivimos con mi mamá, las parejas necesitan su intimidad", explica ella.

La madrugada del domingo la visita de la pareja al Motel Trinidad, de La Florida, terminó con ellos y 85 pasajeros más detenidos en la Comisaría de La Florida. El número de detenidos lo informó Carabineros.

'"Fue como una pesadilla. Siempre vamos al motel de martes para miércoles. La semana pasada no pudimos porque no nos fue bien con las ventas y no teníamos la plata. El sábado nos arrancamos un rato", resume el marido.

Según el relato de Astudillo, llegaron alrededor de las 18:40 horas: "Teníamos que entrar a trabajar a las cinco de la mañana, así que aprovechamos de dormir también. Cerca de las dos siento que golpean la puerta y pienso: Qué desubicados . Mi marido abre y un carabinero pide los permisos. Cuando los ve dice que estábamos haciendo mal uso de los permisos y que a los moteles sólo podía ir gente que vive fuera de Santiago. Empezamos a discutir y él nos dijo: Acompáñenme a la comisaría. Les hacemos el control de la identidad y los venimos a dejar. Vístanse y nos vamos".

La pareja fue trasladada en un furgón policial.

"Allá nos pasaron a un calabozo: los hombres por un lado, las mujeres por otro", sigue la esposa. "Nos hicieron sacarnos las calcetas, aros, cordones de las zapatillas y querían que le sacara las tiritas a mi polerón. Como no pude, tuve que entregarlo. Me quedé en pura polera, tiritando de frío. Éramos 30 encerradas y no nos dejaban ni ir al baño. Yo fui bien sarcástica y les hice ver que no estaban cumpliendo los aforos ni respetando las distancias, así que poco antes del cambio de turno, cerca de las ocho de la mañana, nos sacaron del calabozo y nos dejaron en una sala".

En la espera para que los soltaran, el matrimonio interactuó con otras parejas detenidas en el motel.

"Había unos viejitos, ella se descompensó un poco. Había un caballero que andaba solo, le echamos la talla y nos contó que fue a dormir porque en su empresa le pagan el alojamiento. Había una pareja que trabaja en La Vega y no alcanzaron a llegar. Hicimos un chat grupal en WhatsApp y vamos a presentar una demanda contra quienes resulten responsables", asegura Ximena Astudillo.

-¿A qué hora los dejaron irse?
-Al mediodía. No alcanzamos a ir a trabajar. Me perjudicó caleta, porque los domingos yo voy a cobrar la ropa que vendo en la semana.

Triste cumpleaños

Francisco Escobar cumplió 27 años este domingo 25. Como regalo, su pareja desde hace ocho años Débora Toledo lo invitó al Motel Trinidad.

"Dejamos a mi hijo con mi suegra, sacamos nuestros permisos de desplazamiento y queríamos volvernos al otro día en el horario de Elige Vivir Sano. Pagamos cerca de 950.000 por una habitación con jacuzzi, pero no alcanzamos a hacer nada", se lamenta él.

-¿Nada?
-Nada. De verdad, jajajá. Llegamos justo antes del toque de queda, teníamos hambre, así que buscamos algo para comer por delivery. Cuando llegó la comida, nos metimos un ratito al jacuzzi para relajarnos y casi altiro un carabinero nos golpeó la puerta. Hizo harto ruido y show. "Vístanse rápido y salgan", nos dijo. Ahí nos subieron al furgón.

Francisco y Débora llegaron cerca de la una de la mañana a la cornsaría.

"Fuimos el primer grupo. Como dos horas después llegaron los otros y nos metieron al calabozo. Estábamos hacinados. Éramos más de 100 personas en total. Me da lata porque no infringimos ninguna norma. El año pasado me pillaron haciendo clases de fútbol durante el toque de queda y me detuvieron, pero ahora no desobedecí ninguna norma. Nos soltaron a las 11 de la mañana", alega él.

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