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Domi Gallego relata cómo la camioneta que odiaba la salvó

El pasado martes, Dominique Gallego iba manejando su jeep y una luz de alerta se encendió en el tablero. Llevó el vehículo al taller y ahí e dijeron que tenia que dejarlo unos días. Eso la obligó a desplazarse en una camioneta Ram que junto a Rodrigo Wainraihgt, su pareja desde hace años, compraron el año pasado y que le carga. "'Qué lata andar en esta camioneta tan grande", fue su reclamo en ese momento pero eso, que a priori era algo negativo terminó transformándose en algo positivo en la mañana de este jueves.

La joven vive hace años en el sur junto a Wainraihgt, con su hijo Martín (11) y la hija de ambos, Vicenta (5). Además ella hoy tiene cinco meses de embarazo. Con eso como antecedente, este jueves, a las 10:40 de la mañana, iba en la ya mencionada camioneta, con los dos pequeños, al sector de Chamiza, en la zona oriente de Puerto Montt, cuando sufrió un accidente.

"Yo iba por una calle con doble sentido. Me orillo, al lado derecho, para doblar a la izquierda y entrar a un condominio, porque se podía, y empiezo a señalizar, porque es una vía en cada sentido. Atrás mío había una micro esperando. Cuando empiezo a doblar aparece el auto (que iba adelantando) y chocó la camioneta por el costado, en la puerta donde Iba la Vicenta (atrás de ella). El auto -un Chevrolet Aveo- adelantó la micro que estaba atrás mío. Yo sentí el golpe, pero la camioneta es tan grande que el auto se metió abajo. El accidente fue fuerte", relata ella.

El conductor que colisionó a Gallego, sin identificarse, habló con el medio local RTV Visión Noticias y aseguró: "Venía yo detrás de la Dominique Gallego (...) yo al empezar a adelantar, ella no señala intermitente y le pego". Según él, la gente que vio el accidente le dijo a Dominique: "No puedes virar ahí y si vas a virar, debes tirarte a la orilla , algo que no hizo".

Después del accidente, Dominique cuenta que su hija "se puso a llorar. Los dos quedaron descompuestos, nerviosos, pero la Vicenta más que el Martín. Martín me preguntaba por la guagua".

-¿Y usted cómo estaba?

-Yo no era capaz de nada, estaba en shock y lo primero que pensé fue "menos mal que estoy en esta camioneta, porque si hubiese estado en mi auto tendría ese vehículo adentro del mío".

-¿Qué hizo después?
-Me fui a Carabineros para dejar la constancia del choque. El carabinero me abrazaba y me decía "señora, cálmese porque no le puedo tomar la constancia así". Ahí estuve como 15 minutos en que no podía hablar y yo soy dura, dura. Después de eso no pude manejar.

-Por los nervios.
-No fui capaz de manejar desde la comisaría para ir a la casa, no pude. Me subí, prendí la camioneta y no pude. No voy a poder manejar por algunas semanas. Voy a esperar un tiempo. Rodrigo tuvo que llevarme a la clínica y se llevó a los niños.

-¿Quedó con lesiones?
-Me quedó el cinturón de seguridad marcado en la guata. En la clínica me hicieron un examen y la guagua está bien. Tengo que estar en reposo porque se presionó la guata. Tengo una lesión leve en el hombro y no me pudieron hacer radiografías por el embarazo. A los niños no les pasó nada.

-¿Le sigue cargando la camioneta después de esto?
-La odio y la amo. Es tan alta que doy un saltito para poder subir. Pero bueno, me salvó. Cuando me toca manejarla siempre le digo a Rodrigo "esta camioneta tan grande que compraste" y él me responde: "Es buena porque es firme". Siempre la he odiado, pero ahora digo bendita camioneta.

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