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Historias de redes sociales dificultan búsqueda de niño extraviado

"Hago un llamado a que las personas no crean todo lo que aparece en redes sociales", dice Italo Parietti, líder de la unidad USAR de Bomberos de Concepción. Especializado en búsqueda y rescate, su grupo lleva días tras la pista del niño Tomás Bravo, de 3 años, extraviado el miércoles último en la zona de Caripilún.

"El domingo por la noche llegó un grupo de unas 19 0 20 personas, en 15 autos, hasta el puesto de mando (donde se concentra la información). Se habían enterado por Facebook que una vidente sostenía que el niño estaba en una zona de cascada y pozones que está a un kilómetro. Andaban acelerados y llevaban un machete para defenderse de un puma que, dicen, está en la zona", relata Parietti con la voz cansada.

El grupo intentó que los bomberos salieran en esa dirección, pero los efectivos decidieron que no era prudente. "Las personas partieron igual. Es un terreno peligroso, con hoyos y sin una buena cobertura de teléfono, si alguno se accidenta. Luego ellos bajaron por sí solos", relata el especialista desde la zona.

-¿Todo esto surgió de un mensaje por Facebook, ítalo?
-Mire, las redes sociales pueden ser maliciosas. Una persona cercana escuchó un mensaje de una vidente española que también daba sus opiniones. Los chilenos tenemos un gran corazón, pero estas acciones no ayudan en nada e incluso perjudican porque si les pasa algo, desviarían nuestra atención. Así sucedió en una búsqueda de un joven perdido en Hualpén hace un tiempo.

Patricio Kuhn, intendente del Biobío que se ha dedicado por días a este caso, afirmó que el caudal de información imprecisa o falsa "no ayuda, sólo distrae" al personal de búsqueda. Por eso Kuhn pidió a las personas que entreguen sus datos a las autoridades en lugar de diseminarlas por las redes sociales.

Las pistas que surgen son analizadas científicamente. Como unas prendas de ropa del pequeño Tomás que fueron encontradas en el sector y que, tras periciarlas, se descartó que las estuviera usando el el miércoles de su desaparición.

Pistas perdidas

La búsqueda masiva y desordenada trae una serie de problemas, asegura Mauricio Valdivia, teniente coronel en retiro de Carabineros, antiguo jefe de análisis criminal del OS-9 y doctor en Sicología. "'Siempre hay procedimientos y técnicas que requieren experiencia. Aún cuando la gente tenga la mejor intención, puede entorpecer la búsqueda", afirma.

-¿Cómo, Mauricio?
-La actuación técnica supone seguir ciertos pasos. En el caso del pequeño Tomás, es esencial encontrarlo, pero también saber qué pasó con él. Si hay personas en el sitio, pueden borrar huellas importantes, levantar o cambiar de lugar algunos objetos o dejar evidencia. Podría ocurrir que alguien fume y arroje una colilla.

Valdivia afirma que es muy usual que la comunidad se comprometa. "Es casi imposible que se queden en casa. Las personas sienten la necesidad de colaborar, pues se sienten identificadas y no quieren que les pase lo mismo", afirma el ex oficial, recordando los casos de Fernanda Maciel y los asesinatos de jóvenes en Alto Hospicio.

Al hablar de pistas falsas, el criminólogo recuerda lo ocurrido en la búsqueda de Jorge Matute Jones. "'Hubo personas con patologías, como sicosis, que generaba información sobre el lugar en que podría estar. Una persona sordomuda entregó un testimonio. No lo hacen por maldad sino por un trastorno paranoide", comenta.

Sobre las redes sociales, Valdivia afirma que ayudan a crear una bola de nieve con datos erróneos. Asegura que muchas mentiras, "al ser Re tuiteadas muchas veces", van haciendo que las personas crean en ellas: "Se puede desatar una histeria en masa, como lo que ocurrió en Iquique el 2013, cuando hubo una evacuación en masa tras una falsa alarma de tsunami. No es algo que podamos detener, pero sí podemos educar a las personas para que eviten las noticias falsas".

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