-->

Escribe y presiona enter

On
Iván Martínez cuenta por qué usa tan poco su McLaren 540C

Cuenta Iván Martínez (41, @ivan.martinez25) que a los ocho años comenzó a trabajar en la empresa funeraria de su familia y casi al mismo tiempo aprendió a manejar. El primer parte se lo pasaron cuando tenía 12 años. Conducía por Puente Alto cuando Carabineros lo detuvo por andar sin documentos.

"Aunque tenía cara de viejo, igual se dieron cuenta de que era cabro chico", recuerda. Terminó en la comisaría y su papá lo tuvo que ir a sacar.

El empresario y dueño de la Funeraria Iván Martínez compró su primer deportivo a los 14 años. Le costó $100.000. "Yo lavaba autos y con el dinero que ganaba, lo compré". Era un vehículo hechizo inspirado en los Mustang. "Se movía, pero en realidad nunca circuló en medio del tránsito: a lo más andaba por una cuadra. Tenía la carrocería de un auto, el motor de otro y el chasis de otro", relata. Lo vendió en meses, "porque era demasiada pega y plata arreglarlo, y yo estaba en primero medio", dice.

Su afición por los autos deportivos se detuvo por más de una década. Se concentró en hacer crecer sus negocios. Recuerda que entre los 21 y los 27 años estaba en modo autopiloto, concentrado en invertir en su funeraria.

"Me compraba la ropa en la feria y sólo tenía vehículos para trabajar que fueran sencillos, de color gris y cuatro puertas. Todo lo invertía en las carrozas. No me daba ningún lujo personal, me iba por lo más barato. Imagínate que me descuidé tanto que llegué a pesar 92 kilos. Ahora estoy en 78", comenta.

A los 27, ya con terreno ganado, se compró un Nissan 350Z año 2006. "Antes sólo manejaba autos más viejos, pero que eran más acordes con mi realidad", comenta. Después pasaron varios vehículos por su vida y hoy su colección abarca cinco deportivos: un Mercedes Benz AMG 201 5, un BMW M4 CS de 2019, un BMW i8 año 2016, un Lamborghini Gallardo 2013 y el McLaren 540C de 2017 que aparece en la foto que acompaña esta nota.

El 540C fue el último auto que se compró, para su cumpleaños de 2019 (25 de abril) "Fue un autorregalo", cuenta. Aunque por la crisis social, y luego la pandemia, lo ha sacado poco a la calle. Calcula que no ha andado más de 3.000 kilómetros en él. "En 2020 no me compré ninguno. A veces lo saco en la semana, para que no se descargue la batería. Pero es que me la paso trabajando", confiesa.

Una de las características que más le gustan del McLaren son sus puertas estilo mariposa. "Son originales y exclusivas, son la esencia de un auto deportivo. En el Lamborghini, en cambio, las puertas son normales".

-¿Por qué no puede usar un deportivo para ir a trabajar?
-Es un tema personal: tengo funerarias y recorro las sucursales; a veces están velando a personas y es muy invasivo que yo llegue en un auto así. Lo hago, pero no es para todos los días. Prefiero andar en una camioneta o en el BMW X6 (un SUV) para ir a reuniones o a las sucursales. He priorizado trabajar.

-¿ Hay algún auto que se haya arrepentido de comprar?
-No, los ocupo y después los vendo si no me gustan. Ahora los junto y si puedo tenerlos, los tengo. En caso de emergencia igual los vendería. Tampoco los uso mucho. Para mí es más motivacional tenerlos, como que me motiva para ir a conseguir cosas.

-Qué curioso.
-Yo invierto harto, debo tener una patología (por el hecho) de tener estos autos para mirarlos, ni los ocupo. -Es como tener una escultura.
-Justamente, pero al menos estos vehículos se pueden usar. Y eso me sirve para motivarme.

-¿La reventa de los deportivos es buena?
-No, siempre pierdo plata, esto nunca va a ser un negocio. Sólo en permisos de circulación pago entre 1 5 y 17 millones de pesos al año. Al usarlos van perdiendo valor, se deprecian.

-Me decía que no son autos fáciles de manejar.
-Son complicados, a veces hasta a mí me confunden. El Lamborghini tiene un botón para poner reversa; en el McLaren hay que apretar el freno fuerte para que pare; el i8, como es híbrido, puede estar andando y parte sin sonido; el M4 no tiene park directa, hay que parar el motor para estacionar. Yo digo que son diferentes caballos, con diferentes monturas y personalidades.

Según explica el diseñador Osvaldo Zorzano, master en Car Design de la Scuola Politécnica di Design (Milán) y académico de la Universidad de Chile, las puertas poco convencionales nacen como una solución al problema de que los vehículos deportivos son muy bajos.

Las primeras de este estilo fueron las "alas de gaviota", que debutaron en el Mercedes Benz 300 SL de 1 955, y desde entonces han aparecido puertas suicida y tijera, entre varias otras, precisa.

Agrega que las puertas mariposa del McLaren 540C de Iván Martínez, debutaron en el Alfa Romeo 33 Stradele de 1967.

"Este tipo de puertas se hacen necesarias porque la estructura de los vehículos es muy liviana", precisa Zorzano, quien concuerda en que "todos los autos deportivos tienen mañas al manejar", como comenta Martínez.

"Parte de la emoción de tener (un auto con) 600 caballos de fuerza es dominarlos. Se requiere de más destreza y en pista te van a brindar sensaciones que no entregan otros autos, como la de una conducción casi acrobática y eso para algunas personas es muy atractivo", detalla el académico.

Click para comentar