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Qué hay detrás de las coronas de flores dejadas en la casa de un narcotraficante

"Éntrense. Pa' detro, pa' dentro, pa'dentro", grita un hombre encapuchado a un grupo de vecinos de la población Santa Adriana, en la comuna de Lo Espejo. Luego, lanza una corona fúnebre adentro de una casa, saca una subametralladora, apunta hacia el cielo y sale una ráfaga de disparos. La escena fue grabada por un celular y el video se hizo viral en redes sociales a fines de septiembre.

Esto motivó una investigación de la Policía de Investigaciones (PDI) que terminó con la detención de seis hombres por uso de armas y venta de drogas en la población Santa Adriana; dos de ellos (uno de 15 años) serían parte del grupo que aparece en el video.

Juan Gajardo, jefe de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de San Ramón, aseguró que "son disputas territoriales de narcotraficantes, de eso se trata este tipo de amedrentamiento; de mostrar el poder de fuego que tiene una y otra banda para sacarlas del territorio donde quieren vender".

El uso de fuegos artificiales en funerales, coronas fúnebres a domicilio y zapatillas colgadas en los cables del tendido eléctrico son algunas de las manifestaciones que utilizan las bandas de narcotraficantes para demostrar su poder, dice el subcomisario Rodolfo Castañeda, de la Brigada Antinarcóticos Metropolitana de la PDI.

"Son señales para ostentar poder y amedentrar tanto a grupos rivales como a vecinos del territorio donde operan", describe Castañeda.

Agrega que hay toda una simbología y narrativa asociada a esas prácticas. A continuación, el significado de algunas:

Fuegos artificiales: Son infaltables en los narcofunerales y se utilizan para homenajear al difunto. "Simboliza la despedida de un mártir (para ellos), una persona que fallece dentro del ámbito de su "trabajo", que es delinquir. Por lo general, es un sujeto que en vida tuvo una gran "ficha", que en su jerga significa una trayectoria brillante dentro del mundo delictual. O sea, el fallecido era un delincuente reconocido dentro del submundo del hampa", explica Castañeda.

Bryan Jaque (26), integrante de una banda ligada al narcotráfico de la comuna de Cerro Navia, revela que "los fuegos artificiales son como un modo de celebración cuando muere una persona importante. Se usan para despedir en grande a los cabros que andaban robando o narcos reales (importantes)".

Corona fúnebre: Según Castañeda, la corona de flores en la puerta de la casa es "el símbolo duro de la amenaza. Con esta práctica ellos marcan su territorio y dejan el siguiente mensaje: si continúa el conflicto con esa persona, el asunto va a acabar con su muerte. Esta amenaza o ultimátum se puede materializar en la medida que esa persona no capte el mensaje y la disputa continúe".

Jaque agrega: "aquí todos saben que eso es para marcar la muerte. Es una amenaza de muerte. Por ejemplo, yo tengo un problema con una persona, le estoy diciendo que lo voy a matar; voy y pongo coronas en su casa. Tiene que ser un problema grave, eso sí. No es que discutimos una vez y te voy a dejar una corona"

Exhibición de armas: Visitar los domicilios de integrantes de una banda rival para exhibir armamento es una práctica habitual en los grupos de narcotraficantes, destaca Castañeda. "Es común que estos sujetos se organicen para ir con dos o tres vehículos de lujo a una casa; allí ostentan fusiles, armamento de guerra, pistolas, algunas veces disparan al aire. Lo hacen para mostrarle al rival el poder que ellos tienen. Lo que hay detrás de esto es la ostentación del poder", agrega el subcomisario.

Pablo Carvacho, magíster en sociología y subdirector de investigación y desarrollo del Centro de Estudios Justicia y Sociedad UC, comenta que fuera del mundo del hampa, "en la sociedad las personas resuelven sus conflictos y disputas en base al Estado de Derecho: hay tribunales, jueces, normas y códigos.

Tenemos una institucionalidad jurídica. Pero en los mercados ilegales como el narcotráfico, no existe nada de eso. Los conflictos o disputas territoriales se resuelven por otros mecanismos informales que son los que rigen la actividad ilícita: el poder, la fuerza, la violencia, la intimidación. Ese es el código que prima".

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